Por MARCELO SILVA DE SOUSA
RÍO DE JANEIRO
Agencia (AP)
El Producto Interno Bruto de Brasil registró una contracción récord de 9,7% en el segundo trimestre en comparación con los tres meses anteriores por los efectos de la pandemia de COVID-19, informó el instituto nacional de estadísticas. La economía de Brasil entró técnicamente en recesión tras acumular dos trimestres consecutivos de caída del PIB. La contracción reportada el martes es la mayor para un trimestre desde 1996, cuando comenzó la serie. Sin embargo, algunos economistas y el propio presidente del Banco Central de Brasil especulaban semanas atrás que podía ser mayor, incluso de hasta 11%.
«La parte buena de la noticia es que aunque la caída es muy grande permite ver posibilidades de repunte en el próximo trimestre», dijo a The Associated Press Gilberto Braga, economista y profesor del Instituto Brasileño de Mercado de Capitales (Ibmec). Braga dijo que la tendencia es que el próximo trimestre haya un crecimiento de alrededor de 0,5%.
Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia, ha confirmado más de 3,9 millones de infecciones y 121.000 muertes. El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha minimizado la severidad del virus bajo el argumento de que el impacto de las restricciones en la actividad económica no debería ser más dañino que la enfermedad. El ministro de Economía, Paulo Guedes, ha pronosticado varias veces una «recuperación en forma de V» para la economía nacional.
Bolsonaro decidió el martes extender hasta fin de año una ayuda económica para los trabajadores informales afectados por la pandemia que ha sido clave en el repunte de su popularidad. Hasta diciembre cerca de 66 millones de brasileños recibirán unos 55 dólares mensuales.
La ayuda, sin embargo, no evitó que el consumo familiar cayera más de 12 puntos porcentuales aunque según Braga hizo que el desplome de la economía no fuera mayor. «Las familias continúan con recelo a consumir y la tendencia es que posterguen decisiones de compra de productos no esenciales hasta que no llegue el fin de la pandemia», explicó el economista.
El sector agropecuario también contribuyó a que la caída del PIB no fuera mayor, con un trimestre positivo de 0,4%. La depreciación del tipo de cambio también favoreció el aumento de las exportaciones agrícolas brasileñas.
«Esperamos que la actividad real continúe recuperándose en los próximos meses respaldada por la flexibilización gradual de los protocolos de distanciamiento social obligatorios, condiciones financieras internas y externas más favorables, estímulos fiscales y recuperación de los precios de las materias primas», dijo en una nota el banco de inversiones Goldman Sachs.
Instituciones financieras encuestadas por el Banco Central de Brasil proyectaron la víspera que la economía se contraerá 5,28% cuando finalice el año, un escenario más favorable al que existía un mes atrás, cuando fijaban esa caída en 6,5%.