Por CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON
Agencia (AP)
El número de personas que solicitaron asistencia pública por desempleo en Estados Unidos la semana pasada bajó levemente a 1,48 millones, siendo la 12da semana consecutiva en que la cifra disminuye e indicio de que los despidos, si bien siguen altos, están cediendo.
La disminución parece indicar que el mercado laboral estadounidense está recuperándose paulatinamente de la pandemia, que obligó al cierre de miles de negocios e impulsó el desempleo a 14,7% en abril, su nivel más alto desde la Gran Depresión.
El número de personas que están recibiendo prestaciones por desempleo también disminuyó la semana pasada, evidencia de que los empleadores están recontratando a algunos de los empleados que fueron despedidos después de marzo.
Sin embargo, estas nuevas cifras coinciden también con un repunte de los casos de COVID-19, sobre todo en el sur y oeste, lo que amenaza con descarrilar la incipiente recuperación económica. El miércoles, Estados Unidos sufrió un récord de casos nuevos de coronavirus. Arizona, California, Mississippi, Nevada, Texas, Oklahoma y otros estados están marcando récords en nuevas infecciones diarias. También están en aumento los casos en Florida y Georgia.
Si esa tendencia se mantiene, los estados podrían verse obligados a reimponer restricciones que a su vez causarían más despidos. Ya sea por preferencia personal o por órdenes de las autoridades, muchas personas podrían desistir de viajar, hacer compras, ir al gimnasio o comer en restaurantes.
El nerviosismo se ha contagiado al mercado bursátil, donde las acciones se desplomaron ante temores de que la crisis provoque más estragos en la economía.
«La crisis sanitaria sigue lanzando una oscura sombra sobre el panorama económico», estimó Bob Schwartz, economista de la firma de análisis Oxford Economics.
Antes de esta semana, muchos economistas parecían más bien optimistas. En mayo, la tasa de desempleo en Estados Unidos disminuyó inesperadamente aunque seguía siendo alta en 13,3%. El consumo se fue recuperando y las ventas minoristas gozaron de un repunte inédito. Las ventas de viviendas aumentaron gracias a las bajísimas tasas hipotecarias.
En mayo, las empresas añadieron 2,5 millones de empleos, un aumento sorpresivo, aunque la cifra representa apenas una novena parte de todos los empleos perdidos desde la llegada de la pandemia. Unos 30 millones de estadounidenses siguen desempleados.
La economía estadounidense sufrió una contracción de 5% en los primeros tres meses del año, estimó hoy el gobierno. Muchos economistas prevén una caída aun peor para el período abril-junio, quizás de un 30%, lo que sería la peor desde que comenzó a llevarse la cuenta en 1948. Algunos analistas vaticinan que la economía se recuperará un poco en la segunda mitad de este año y que el año siguiente podría regresar a sus niveles pre-pandemia.