Por CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON
Agencia (AP)
La tasa de desempleo de Estados Unidos alcanzó 14,7% en abril, la más alta desde la Gran Depresión, al desaparecer 20,5 millones de empleos en la caída mensual más grave desde que se llevan estadísticas.
Las cifras revelan de la manera más cruda el daño causado por la pandemia a una economía ahora destruida.
Las pérdidas, sobre las que informó el Departamento de Trabajo, reflejan una grave recesión causada por los cierres de empresas en casi todos los sectores. Casi todo el crecimiento registrado durante los 11 años que siguieron a la Gran Recesión se ha desvanecido en un mes.
El informe considera que hasta el 90% de los empleos perdidos en abril son un fenómeno temporario, debido a que los negocios que se vieron obligados a cerrar bruscamente esperan reabrir y reincorporar a sus despedidos. Sin embargo, el regreso de esos trabajadores a sus empleos en un futuro previsible dependerá de en qué medida los gobernantes, los empresarios y el público sean capaces de manejar la respuesta al coronavirus.
El derrumbe del mercado laboral se produjo a una velocidad alucinante. En febrero, la tasa de desempleo era de 3,5%, la más baja en medio siglo, y los empleadores crearon puestos de trabajo por 113er mes consecutivo, un récord. La tasa de desempleo en marzo era de 4,4%.
El informe del gobierno difundido hoy advierte que muchas personas que perdieron el empleo en abril pero no buscaron trabajo ni siquiera están incluidas en la tasa. El impacto de las pérdidas se reflejó en la caída de la proporción de estadounidenses en edad laboral que tienen trabajo: apenas 51,3%, la más baja desde que se llevan estadísticas.
Además de los nuevos desocupados, 5,1 millones de personas sufrieron la reducción de la jornada laboral en abril, lo que redunda en sueldos más bajos, menor gasto y la consiguiente profundización de la caída de la economía. El indicio de subempleo —desempleo más los trabajadores reducidos a tiempo parcial— también alcanzó una cifra récord, de 22,8%.
Aunque algunos negocios empiezan a reabrir en ciertos estados, las fábricas, hoteles, restaurantes, resorts, arenas deportivas, cines y muchos negocios pequeños siguen cerrados. Los millones de despidos han trastornado las vidas de las familias en todo el país.
El salto en la tasa de desempleo no refleja plenamente la devastación provocada por el cierre de empresas. El departamento de trabajo dijo que sus encuestadores clasificaron erróneamente a millones de estadounidenses como empleados en abril a pesar de que sus empleadores habían cerrado. Esa gente debería figurar como despedidos temporarios, y por lo tanto desempleados. Un conteo correcto hubiera elevado la tasa a casi el 20%, dijo el gobierno.
El presidente Donald Trump, quien enfrenta una perspectiva de alto desempleo hasta las elecciones de noviembre, dijo que no lo «sorprendieron» las cifras.
«Lo que puedo hacer es recuperarlo», dijo Trump. «Los empleos regresarán, y regresarán muy pronto. Y el año que viene tendremos un año fenomenal».
Pero los economistas temen que tomará años recuperar los empleos perdidos. La Oficina de Presupuesto del Congreso pronostica una tasa de desempleo de 9,5% para el fin de 2021.