Que grandes empresas y otras con trayectorias cuestionables reciban esas preciadas ayudas financieras frustra a Davis, quien ha tenido que despedir a 70 empleados. Foto lahora: Martha Mendoza/AP.
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Por REESE DUNKLIN, JUSTIN PRITCHARD, JUSTIN MYERS y KRYSTA FAURIA
Agencia Ap

Empresas con miles de empleados, con antiguas sanciones por investigaciones gubernamentales y en riesgo de quiebra desde antes de que el brote de coronavirus golpease a la economía estaban entre las que recibieron millones de dólares de un fondo de alivio creado por el Congreso de Estados Unidos para ayudar a las pequeñas empresas a superar la crisis, según una investigación de The Associated Press.

En teoría, el Programa de Protección de Nóminas debía insuflar 349.000 millones de dólares a las pequeñas empresas en forma de préstamos de emergencia para que sus trabajadores mantuvieran sus puestos y pudiesen pagar sus facturas a tiempo. Pero al menos 75 de las empresas que se han beneficiado de las ayudas cotizaban en bolsa, según la pesquisa de la AP, y algunas tenían un valor de mercado superior a los 100 millones de dólares.

En general, el 25% de las firmas examinadas por la AP habían advertido a sus inversionistas hace meses, cuando la economía marchaba bien, que su capacidad para seguir siendo viables estaba en duda.

Al revisar miles de documentos regulatorios, la AP identificó a 75 empresas como receptoras de un total combinado de 300 millones de dólares en préstamos con intereses bajos y respaldados por los contribuyentes.

Ocho compañías, o sus subsidiarias, recibieron el máximo de 10 millones. El importe medio de un préstamo a nivel nacional fue de 206.000 dólares, según las estadísticas de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA, por sus siglas en inglés). Si las empresas cumplen con requisitos como mantener a sus empleados en nómina por ocho semanas, la agencia condonará los préstamos.

La lista de beneficiarios identificada por la AP es una fracción de los 1,6 millones prestamos aprobados hasta que programa se quedó sin fondos la semana pasada, pero es el conteo público más completo hasta la fecha. Legisladores republicanos y demócratas están negociando un nuevo paquete de ayudas que, en gran medida, volvería a conceder fondos al Programa de Protección de Nóminas.

Representantes de la SBA no respondieron a una petición de comentarios de ayer en la noche. El viernes, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en un comunicado por escrito que el 74% de los préstamos fueron por menos de 150.000 dólares, lo que demostraba «la accesibilidad de este programa para incluso los negocios más pequeños».

La investigación de la AP halló también ejemplos de empresas con propietarios extranjeros y que fueron excluídas de la cotización en bolsas estadounidenses, o amenazadas con esta medida, por su bajo rendimiento. Otras beneficiarias acumulaban pérdidas anuales desde hacía varios ejercicios.

Desde su lanzamiento el 3 de abril, el paquete de ayudas ha enfrentado críticas por la lentitud en el procesamiento de los préstamos, sus normas poco claras y una limitación de fondos que dejó a muchos negocios familiares sin ayudas.

Los propietarios de grandes cadenas de restaurantes como Potbelly, Ruth’s Chris Steak House y Taco Cabana entraron en el programa a pesar de haber despedido a miles de empleados y recibieron el importe máximo de 10 millones.

Otras grandes beneficiarias parecían tener efectivo suficiente para sobrevivir a una recesión económica. La firma neoyorquina Lindblad Expeditions Holdings, por empleo, una empresa de viajes con 650 trabajadores y un acuerdo de marca con National Geographic, recibió 6,6 millones de dólares. A finales de marzo, la compañía reportó que tenía unos 137 millones de dólares en efectivo en su balance.

Cinco de las compañías identificadas por la AP fueron investigadas previamente por reguladores financieros u otros, incluyendo algunas que pagaron multas para solventar las acusaciones.

Quantum Corp., una firma de almacenamiento de datos de San Jose, California, con 800 trabajadores, pagó una sanción de un millón de dólares el pasado diciembre por denuncias de errores contables que alteraron, al alza, sus ingresos. Quantum recibió el préstamo máximo de 10 millones.

El análisis de la AP halló que casi 1 de cada 4 empresas habían advertido a sus inversionistas meses atrás que ellas o sus auditores tenían importantes dudas acerca de su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras.

Una de ellas fue Enservco Corp., una firma de la industria del petróleo y el gas de Denver que en su reporte anual presentado el mes pasado dijo que «no genera ingresos suficientes para financiar nuestras operaciones actuales».

Que grandes empresas y otras con trayectorias cuestionables reciban esas preciadas ayudas financieras frustra a Zachary Davis, un empresario de Santa Cruz, California, que dirige dos heladerías artesanales, un café a pie de playa y un bar de tacos con su socia Kendra Baker.

Antes de la cuarentena decretada a mediados de marzo, Davis y su socia esperaban pagar en mayo el préstamo federal de 250.000 dólares que emplearon 10 años atrás para abrir su primer local.

«Ahora, todo ha cambiado», señaló Davis, quien ha tenido que despedir a 70 empleados.

Davis y Baker presentaron una solicitud al programa el 2 de abril, pero siguen esperando una respuesta.

«Si eres pequeño, lo más probable es que vayas al final de la fila», apuntó Davis.

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