Por ZEKE MILLER y DARLENE SUPERVILLE
WASHINGTON
Agencia (AP)
El presidente Donald Trump dijo que espera que Estados Unidos esté abierto por completo para la Semana de Pascua mientras sopesa cómo relajar las directrices de distanciamiento social impuestas a nivel nacional para que algunos empleados regresen a trabajar durante el brote del nuevo coronavirus.
El optimismo del mandatario contrasta con las advertencias de algunos funcionarios de salud pública que han pedido redoblar, no relajar, las restricciones sobre las interacciones públicas. Pero funcionarios federales indicaron que las recomendaciones podrían relajarse en áreas que no experimentan una infección generalizada.
Mientras vidas humanas y la economía penden de un hilo, Trump señaló que ya estaba buscando la manera de relajar las medidas que han dejado a los trabajadores sin actividad, cerrado escuelas y provocado una desaceleración económica.
«Me encantaría tener al país abierto y en acción para Semana de Pascua», comentó durante una entrevista virtual con la cadena Fox News. La Pascua comienza dentro de dos semanas, el 12 de abril.
«¿No sería increíble tener todas las iglesias del país repletas?», comentó en otra entrevista. «Tendrán iglesias llenas de gente por todo nuestro país».
Y mientras los científicos advertían que lo peor está por venir con hospitales operando por encima de su capacidad y trabajadores de salud inhabilitados por haber estado expuestos Trump dijo a la nación que empezaba a «ver la luz al final del túnel».
Los comentarios del mandatario se produjeron incluso mientras los funcionarios de la Casa Blanca pedían a la gente que había salido de la ciudad de Nueva York en medio del brote que se pusiera en cuarentena voluntaria por 14 días tras su partida, debido a la amplia tasa de infecciones en la zona metropolitana. También ocurren después de que Trump alentó a los legisladores en el Capitolio para que aprobaran un paquete de estímulos de casi 2 billones de dólares estimado en aproximadamente 6 billones una vez que se incluyan las acciones tomadas por la Reserva Federal para disminuir el dolor económico de los estadounidenses e industrias que se han visto muy afectadas.
Los expertos de salud han dejado claro que a menos de que los estadounidenses sigan limitando drásticamente sus interacciones sociales, trabajando desde casa y aislándose, el número de infecciones abrumará al sistema de salud, como lo ha hecho en algunas partes de Italia, y conducirá a muchas más muertes. Si bien los peores brotes están concentrados en algunas partes del país, como Nueva York, los expertos advirtieron que la enfermedad altamente infecciosa se propagará.
Ha transcurrido una semana desde que Estados Unidos implementó un plan con duración de 15 días para alentar a todos los estadounidenses a reducir sus actividades públicas. Las directrices, emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) son de carácter voluntario, pero muchos líderes estatales y locales han emitido restricciones obligatorias que se alinean con las emitidas por los CDC, o que incluso son más estrictas.
El lunes, Estados Unidos registró su aumento más grande de muertes provocadas por el virus, con más de 650 decesos atribuidos a la enfermedad COVID-19. Los comentarios de Trump surgen luego de serias advertencias por parte de las autoridades de zonas afectadas. El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo dijo que el sistema de hospitales de su estado alcanzará pronto un punto crítico, resultando en muertes que se pudieron haber evitado, incluso con las restricciones que ya se implementaron.
«Le di dos semanas», destacó Trump durante una conferencia en la Casa Blanca. Alegó que decenas de miles de estadounidenses mueren cada año por la gripe estacional y en accidentes automovilísticos y «no detenemos el país».
Cuando el periodo de 15 días termine el próximo lunes, comentó, «revisaremos en ese momento y le daremos más tiempo si necesitamos más tiempo, pero necesitamos reiniciar este país». Añadió: «Tenemos que regresar a trabajar, mucho antes de lo que la gente pensaba».