John Kirk, derecha, quien trabaja para General Motors desde hace 20 años, protesta junto a compañeros de trabajo afuera de la División de Fabricación de General Motors, en Parma, Ohio. Foto la hora: Tony Dejak/Ap.
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Por TOM KRISHER
DETROIT
Agencia (AP)

Las negociaciones laborales para poner fin a la huelga de 21 días de los trabajadores de General Motors sindicalizados con el United Auto Workers (UAW) han empeorado, topándose con un problema imprevisto por garantías para elaborar productos en fábricas estadounidenses, dijo un funcionario del gremio en un mensaje electrónico enviado a los sindicalizados.

La carta de Terry Dittes, vicepresidente del gremio UAW, pone en duda si habrá un acuerdo en puerta sobre la controversia contractual, que desató la huelga de 49,000 trabajadores el 16 de septiembre, afectando las plantas de GM.

La misiva de Dittes señala que el sindicato presentó una propuesta a la empresa el sábado. Agregó que GM respondió el domingo por la mañana con una propuesta que ya había sido rechazada e hizo pocos cambios.

La propuesta de la compañía no hizo nada para abordar una serie de asuntos, escribió Dittes, especialmente sobre la seguridad laboral durante el período de cuatro años que dura el contrato colectivo.

Durante las negociaciones contractuales, el gremio generalmente procura que la empresa se comprometa a fabricar nuevos vehículos, motores, transmisiones y otros productos en fábricas estadounidenses representadas por el sindicato.

En un comunicado, GM indicó que sigue negociando de buena fe “con muy buenas propuestas que benefician a los empleados ahora y construye un futuro más fuerte para todos nosotros”.

La compañía se dijo comprometida a negociar sin parar hasta resolver la controversia.

Pero Dittes escribió que si bien ambos lados lograron avances en asuntos importantes hace dos días, las negociaciones “ahora han empeorado”.

Dittes también envió el domingo una dura misiva al vicepresidente de relaciones laborales de GM, en que señaló: “Ni siquiera tuvieron la cortesía profesional de explicar por qué no pudieron aceptar o por qué rechazaron nuestro paquete de propuestas para cada tema que abordamos”.

Una persona enterada de las negociaciones dijo el domingo que el gremio manifestó su preocupación por la creciente producción de GM en México, donde ahora fabrican camionetas tipo pickup, autos compactos y dos tipos de camionetas SUV. La fuente, quien habló bajo condición de anonimato porque las conversaciones eran privadas, añadió que ambos lados están lejos de ponerse de acuerdo sobre las garantías de fabricación de nuevos productos en plantas estadounidenses.

General Motors encabeza a todas las compañías en su producción automotriz en México, con poco más de 833,000 vehículos el año pasado, según LMC y el Centro para la Investigación Automotriz, un grupo de expertos con sede en Ann Arbor, Michigan. GM produce en México el 22% de todos los vehículos que vende en Estados Unidos.

Las plantas de GM en Estados Unidos han permanecido cerradas desde que los trabajadores se fueron a huelga el 16 de septiembre. La escasez de autopartes también ha obligado a la empresa a cerrar fábricas en México y Canadá.

Analistas de la industria calculan que GM pierde más de 80 millones de dólares diarios mientras la huelga continúa. Los trabajadores ganan 250 dólares a la semana durante el paro, alrededor de la quinta parte de su salario regular.

Los salarios y las pensiones también se discuten en las negociaciones contractuales.

Los empleados en huelga han dicho que quieren una mayor porción de los más de 30,000 millones de dólares en ganancias que ha registrado la compañía en los últimos cinco años. Pero la empresa quiere reducir sus costos laborales para que sean similares a los de las fábricas de automotrices extranjeras en Estados Unidos, particularmente en el sur del país.

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