Por ANNE D’INNOCENZIO/AP
La cadena de moda asequible Forever 21, que fuera una marca estrella entre adolescentes pero fue víctima de una expansión demasiado rápida y de cambios en los gustos de los consumidores, se declaró formalmente en bancarrota ayer.
La firma privada, con sede en Los Ángeles, cerrará hasta 178 tiendas en Estados Unidos. La compañía mantenía 800 establecimientos en todo el mundo, incluidos más de 500 en Estados Unidos, según la documentación de quiebra.
La empresa dijo que se centraría en maximizar el valor de sus tiendas en Estados Unidos y cerrar algunos locales en el extranjero. Forever 21 tenía previsto cerrar la mayoría de sus delegaciones en Asia y Europa, aunque seguiría operando en México y América Latina.
“El proceso de decisión sobre qué tiendas nacionales cerrarán sigue en marcha, dependiendo del resultado de conversaciones con los propietarios de los inmuebles”, indicó la empresa en un comunicado. “Sin embargo, esperamos que un número significativo de estas tiendas permanezca abierto y opere como de costumbre, y no esperamos abandonar ningún mercado importante en Estados Unidos”.
Forever 21 se suma a otras marcas, como Barneys New York y Diesel USA en una creciente lista de minoristas de moda que han solicitado protección por bancarrota. Otras, como Payless ShoeSource y Charlotte Russe, han cerrado por completo.