Cartel de cerveza de bistec y cebolla en el Festival de Cervezas Raras en Reno, Nevada, Estados Unidos. Fotola hora: Haven Daley/Ap.
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Por DEE-ANN DURBIN
Agencia Ap

¿Quién quiere una cerveza Kolsch con sabor a bistec y cebolla? ¿O una pale ale clara con gusto a macarrones con queso?

Estos fueron algunos de los sabores presentados en el Festival de Cervezas Raras en Reno, Nevada, donde la competencia por la atención del público se intensifica a medida que proliferan las cervezas artesanales.

Los cerveceros siempre han experimentado, desde los belgas de la Edad Media que introdujeron cerezas agrias en su cerveza hasta los creadores de variedades más recientes como la IPA, un maridaje de estilos belgas y estadounidenses creado hace más o menos una década.

Pero los cerveceros de hoy han dado un paso más al tratar de diferenciarse entre todos los que tratan de diferenciarse.

Los visitantes al festival de Reno pudieron saborear una pilsen de mantequilla de maní y pepinillo, una blanca con sabor a tamal y una negra con zanahoria ahumada. Había brebajes de grandes cerveceras como Sierra Nevada y de pequeños fabricantes artesanales, cervezas dulces fabricadas con caramelos agridulces y otras picantes con sabor a pan de ajo o salsa de mango.

Estados Unidos tuvo 7 mil 346 fabricantes artesanales el año pasado, 93% más que en 2014, de acuerdo con la Asociación de Cerveceros, un grupo industrial. Las ventas aumentaron 7% a 27 mil 600 millones de dólares el año pasado, casi la cuarta parte del mercado total de cerveza en el país.

Esto se puede lograr con una lista de ingredientes extravagantes. Wynkoop Brewing Co., con sede en Denver, atrae a muchos clientes con su cerveza negra Rocky Mountain Oyster Stout, hecha con cebada tostada, siete granos diferentes y testículos asados de búfalo o toro.

El menú de Wynkoop también incluye cervezas y ales tradicionales. A veces, una cerveza chiflada es lo que se necesita para que la gente vea el resto de los productos.

“Yo fabrico una cerveza que te llama la atención, pero lo que quiero venderte es mi IPA”, dijo. Una de las cervezas más extravagantes que probó es una con sabor a Bloody Mary de Short’s Brewing Co. de Michigan. Le gustó, pero otros opinaron que va demasiado lejos.

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