Associated Press
BUENOS AIRES
Agencia (AP)
El peso argentino tocó su mínimo histórico contra el dólar en el mercado de cambio debido a que los inversores privados optan por dolarizar sus carteras ante la incertidumbre sobre el futuro político de Argentina.
El dólar cerró en 43.60 pesos por unidad, según el estatal Banco de la Nación Argentina, superando así el récord de algo más de 43.50 pesos en la primera semana de marzo. En casas de cambio la divisa cotizó a un promedio de 43.67 pesos.
Los indicadores económicos negativos y la incertidumbre sobre las próximas elecciones generales de octubre han influido en la depreciación de la moneda desde principios de este año. En 2018 la moneda local se devaluó 51% en medio de una crisis cambiaria que obligó al gobierno a solicitar al Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito de algo más de 56 mil millones de dólares.
“La perspectiva electoral es cada vez más incierta”, opinó el economista Daniel Kerner en un reporte de la consultora privada Euroasia Group. “La popularidad del presidente Mauricio Macri continúa disminuyendo y sigue en un territorio peligroso sólo cinco meses antes de las primarias clave abiertas y obligatorias”.
“Las encuestas muestran que la mayoría de los votantes son pesimistas sobre el futuro. Y, quizás lo más importante, todas las encuestas muestran que las principales preocupaciones de los votantes tienen que ver con la economía, y esta es un área en donde el historial del presidente Macri es pobre”, agregó.
El récord de ayer, además, pone en duda la efectividad de la estrategia oficial de ajuste de la tasa de interés para absorber pesos del mercado y aminorar la presión sobre su cotización, aún a riesgo de profundizar la recesión económica ante la falta de crédito. El Banco Central no puede intervenir en el mercado de cambios de forma directa (compra o venta de dólares) mientras el precio de la divisa estadounidense se mantenga dentro de una franja de entre 38.79 y 50.19 pesos por unidad, tal como se acordó con el FMI.
En una economía inestable que tiene al dólar como referencia, la depreciación del peso se traslada a los precios y recalienta una inflación que en 2018 fue de 47.6%, la más alta desde 1991.
Si la economía no es su carta fuerte, las posibilidades de Macri de reelegirse quedan acotadas a la disputa electoral con la expresidenta peronista Cristina Fernández (2007-2015), la dirigente opositora con mejor intención de voto en las encuestas aunque ella no ha anunciado una candidatura.
Para algunos, la profundización de la crisis levanta los números de la senadora.
“La pregunta clave es si los votantes creen que Cristina puede ofrecer mejores resultados económicos. Los inversores claramente no lo creen, pero desde la perspectiva de los votantes, el país se encontraba en una mejor situación en 2015”, advirtió Kerner.