La Habana
Agencia (dpa)
El Gobierno cubano anunció que flexibilizará las nuevas normas que regularán a los trabajadores autónomos, después del malestar creado en el sector durante las elaboración de las medidas, que entrarán en vigor hoy.
Los grandes cambios son que no limitará a 50 sillas el espacio en los restaurantes privados y que los pequeños empresarios podrán compaginar actividades y no serán restringidos a una licencia por persona.
De esta manera se cambia la idea inicial, que era más restrictiva y que creó «malestar y estados de opinión desfavorables», según reconoció la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González en la televisión estatal.
La funcionaria señáló en el programa televisivo «Mesa Redonda» que las críticas de los trabajadores autónomos se debieron a «una mala interpretación de la normativa».
El boom turístico que ha vivido la isla en los últimos años ha significado un auge en la apertura de cafeterías, bares y restaurantes privados, los conocidos popularmente como paladares, que ahora veían peligrar su crecimiento.
«Las capacidades van a estar en correspondencia del tamaño del local», señaló Margarita González, responsable de la cartera de Trabajo en el Ejecutivo nacional.
González defendió el trabajo por cuenta propia como «un complemento de la actividad estatal», aunque señaló que algunos pequeños empresarios cometen «irregularidades» fiscales por lo que habrá más control económico sobre ellos.
El año 2018 cerrará con más de 588,000 trabajadores autónomos, una cifra que cuadruplica los 157,000 que había en el año 2010, cuando el entonces presidente cubano, Raúl Castro, inició sus pequeñas reformas económicas que daban más espacio al sector privado aunque manteniendo el Estado el monopolio de los sectores fundamentales de la economía.