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Por SUZAN FRASER
ANKARA
Agencia (AP)

La moneda de Turquía caía en picada hoy, en medio de dudas sobre sus políticas económicas y una disputa con Estados Unidos agravada por el anuncio del presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a las importaciones procedentes de ese país.

La lira perdió 13% de su valor para quedar en 6.51 por dólar, una estrepitosa caída para la moneda nacional que empobrecerá a los turcos comunes y reducirá la confianza de los inversionistas extranjeros en el país.

La caída de la divisa 40% en lo que va de año ha agravado los temores en el país tras años de crecimiento económico fundamentado en un enorme endeudamiento, las denuncias internacionales sobre las tendencias autoritarias del presidente Recep Tayyip Erdogan y el deterioro de las relaciones con aliados como Estados Unidos.

La disputa diplomática con Estados Unidos fue uno de los detonantes de la crisis.

Turquía arrestó a un pastor norteamericano bajo acusaciones de espionaje y de terrorismo vinculadas a un fallido intento de golpe de Estado hace dos años. Estados Unidos respondió aplicando sanciones contra Turquía y amenazando con aplicar más.

Tras unas negociaciones inconclusas esta semana para resolver la disputa, Trump aprovechó la turbulencia económica en Turquía y hoy apretó más los tornillos sobre el país.

Trump tuiteó que había autorizado duplicar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio “que provengan de Turquía”.

El mandatario anunció que las importaciones de aluminio aumentarán a 20% y las de acero a 50% en momentos en que la lira turca “¡cae en picada frente a nuestro Dólar que es muy fuerte!”. Añadió: “¡Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en estos momentos!”.

Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de acero de Turquía, con 11% del volumen total der exportaciones turcas. La lira cayó aún más después del tuit de Trump.

En lo que pareció ser una respuesta diplomática, Turquía informó después que Erdogan había sostenido una conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin para hablar de relaciones económicas. No se dieron más detalles, pero la llamada parece indicar que Turquía está dispuesta a alejarse más de sus aliados en la OTAN y a acercarse más a Rusia, cuyas relaciones con Occidente están en su punto más bajo desde la Guerra Fría.

Los problemas de Turquía se han visto agravados por las políticas económicas de Erdogan, que en junio fue reelegido y recibió autorización para ejercer amplios poderes.

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