Por Néstor Rojas Mavares
Caracas
Agencia (dpa)
El economista y diputado opositor José Guerra dijo hoy que Venezuela enfrenta una reconversión monetaria traumática, en medio de la hiperinflación que vive el país, para un proceso previsto para el 4 de agosto que implicará la eliminación de tres ceros a la moneda nacional.
El miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (Congreso) expuso una serie de advertencias sobre la reconversión antes de conocerse un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que pronosticó que Venezuela cerrará 2018 con una inflación de un millón por ciento.
Guerra señaló que los bancos del país no han recibido la nueva familia de billetes, lo que dificulta la aplicación de la medida para la fecha fijada y además el Gobierno se debate en suprimir tres o seis ceros al bolívar.
«Estamos en una reconversión traumática. Será una reconversión sin un programa antiinflacionario, por lo que el nuevo cono monetario (familia de billetes) perderá vigencia en tres meses», alertó en un encuentro con corresponsales extranjeros.
El Gobierno tiene previsto poner en marcha la segunda reconversión monetaria en 10 años, que se realiza en medio de una inflación mensual que en junio superó el 120 por ciento, según estudios de la Asamblea Nacional (Congreso).
La inflación se ve acompañada por una sostenida depreciación de la moneda nacional, que en el mercado negro alcanzó un récord de 3.500.000 bolívares por dólar, además de escasez de papel moneda.
Guerra dijo que el Gobierno ha tenido que negociar la impresión y traslado de los nuevos billetes con varias casas internacionales, a un costo estimado de 300 millones de dólares.
Añadió que la actual familia de billetes (de 1,000, 2,000, 5,000, 10,000, 50,000 y 100,000 bolívares fuertes) entró en vigor en enero de 2017 y ha perdido valor por el avance hiperinflacionario.
Según dijo, el Gobierno debe sustituir 4.200 millones de piezas monetarias y hasta ahora los bancos no han recibido los nuevos billetes.
Por eso ve difícil que la medida entre en vigor el 4 de agosto e indicó que es posible que se vuelva a postergar.
En la anterior reconversión, realizada en 2008, se suprimieron tres ceros al bolívar, que se transformó en bolívar fuerte. En la nueva se le eliminarán otros tres ceros, para convertirlo en bolívar soberano.
La de 2008 se realizó para facilitar las transacciones cotidianas, en medio de una inflación de alrededor de 30 por ciento anual. Ahora, ante la hiperinflación que vive el país se suprimirán otros tres ceros, pero sin el anuncio de un plan antiinflacionario que acompañe la medida.
Maduro anunció en marzo la nueva reconversión en un lapso de dos meses, a lo que los banqueros replicaron que necesitaban más tiempo para adaptar sus sistemas, por lo que se postergó hasta agosto.
«Sin un programa antiinflacionario, si se aplica la medida en la fecha, en noviembre los nuevos billetes perderían sentido. Creo que el Gobierno está en un dilema, no sabe qué hacer», señaló Guerra.
En Washington, el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, alertó que Venezuela podría cerrar 2018 con una inflación de un millón por ciento.
«La situación en Venezuela es similar a la de Alemania en 1923 o Zimbabwe a finales de la década del 2000», indicó el economista.
La última previsión del FMI sobre la inflación venezolana para este 2018, anunciada en abril, era de un 13,000 por ciento. En aquel momento, el propio Werner calificó ya la crisis en Venezuela como una de las mayores en la historia de la economía moderna.
El FMI estima que el Gobierno de Maduro va a continuar incurriendo en amplios déficits fiscales financiados «enteramente» por una expansión de la base monetaria, que continuará alimentando la aceleración de la inflación, señaló Werner.