Agencia AP
El presidente Donald Trump indicó que está dispuesto a arancelar todos los productos importados de China, y los mercados financieros estadounidenses empezaron a caer en picada antes de la apertura.
En una entrevista grabada con el canal de negocios CNBC, Trump dijo que “estoy dispuesto a llegar a 500”, en alusión los bienes por valor de 505,500 millones de dólares importados de China el año pasado.
Hasta el momento el gobierno ha aplicado aranceles sobre bienes chinos por valor de 34,000 millones de dólares en una disputa comercial por lo que considera son las prácticas depredadoras del país asiático.
El índice Dow a futuro, que apuntaba a abrir en baja moderada, desde que CNBC emitió la entrevista a primera hora de la mañana, empezó a caer bruscamente y apuntar a pérdidas de triple dígito para la hora de la apertura.
El yuan cayó a 6,8 por dólar, su nivel más bajo en 12 meses.
Se prevé que la escalada de la guerra comercial perjudicará los negocios estadounidenses, que han empezado a reaccionar.
Trump ha ordenado al Departamento de Comercio que investigue si las importaciones de autos amenazan la seguridad nacional, lo que justificaría la aplicación de aranceles y otras restricciones. Meses atrás utilizó la seguridad nacional para justificar los aranceles sobre la importación de acero y aluminio.
Los aranceles sobre automotores incrementarían drásticamente la tensión en el comercio global. El año pasado, Estados Unidos importó vehículos por valor de 192,000 millones de dólares y autopartes por valor de 143,000 millones, comparado con 29,000 millones en acero y 23,000 millones en aluminio.
En la misma entrevista, grabada ayer en la Casa Blanca, Trump rompió con una de las tradiciones de la Presidencia al expresar su disgusto con medidas recientes de la Reserva Federal. Políticos y economistas creen que el banco central debe estar libre de las presiones políticas para manejar eficazmente las tasas de interés.
El mes pasado, la Fed elevó su tasa de interés referente por segunda vez en el año y proyectó otros dos aumentos para 2018. El objetivo es impedir el recalentamiento de la economía, que provocaría un fuerte aumento de la inflación. Pero los aumentos de las tasas encarecen el crédito para hogares y empresas y pueden debilitar el crecimiento. Los aumentos más recientes podrían diluir en parte los beneficios de las reducciones impositivas sancionadas por Trump el año pasado.