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Por Gabriel Tuñez
Buenos Aires
Agencia (dpa)

La propuesta de una diputada de la coalición gobernante de centroderecha Cambiemos para que los argentinos dejen propina como una medida de reactivación de la economía causó una polémica en el país, que atraviesa una crisis financiera.

«Yo sé que hay una desesperanza y que el impacto (de la crisis económica) es sobre (los) salarios. La primera recomendación que le hago a la clase media y media alta es que dé propinas», expresó al canal Todo Noticias la diputada Elisa Carrió, una de las dirigentes más importantes y controvertidas de la alianza política que lidera el presidente, Mauricio Macri.

La declaración, realizada durante una entrevista emitida este lunes, fue objeto de críticas y burlas en la redes sociales, y hasta motivó la reacción de un camarero que tiempo atrás había atendido a la legisladora en una taberna de la ciudad de La Plata, unos 50 kilómetros al sur de Buenos Aires.

«Hace un año y medio me tocó atenderla a la señora Carrió y no se comportó muy bien con la propina. Hizo un buen gasto y me dejó 5 pesos (0,18 dólares) y algunas monedas. Me sentí bastante indignado», dijo el hombre en una entrevista con radio FM Cielo.

Si hasta ese momento los comentarios irónicos se multiplicaban velozmente, lo fueron aún más cuando Carrió le respondió hoy al camarero por medio de Twitter.

«Lo que dijo el mozo (acerca de) que le di los 5 pesos y monedas es cierto por un café y dos (emparedados) tostados. Era la única plata (dinero) que tenía. Le mostré la billetera y le pedí perdón. Cuando vuelva a La Plata (o sea 200 kilómetros) le voy a llevar más» propina, comentó la diputada, aunque confundió la distancia entre Buenos Aires y la taberna.

Este miércoles, durante un debate en la Cámara de Diputados, Carrió intentó explicar su propuesta pero cometió lo que llamó un «lapsus».

«Quería aclarar una situación cuando dije que era necesario que se mantengan las propinas y coimas (sobornos», comenzó la legisladora mientras muchos de sus colegas, a viva voz, le exigían que explicara el último tramo de su polémica frase.

Carrió respondió dirigiéndose al jefe de la bancada de diputados de la bancada del Frente para la Victoria (FPV, kirchnerista), Agustín Rossi. «Lo miré a usted y me vino el lapsus de las coimas», agregó mientras seguían los reproches.

Pese a las críticas, Carrió sostuvo: «Es necesario que las clases medias no supriman ese tipo de gastos (en referencia a las propinas). Es una forma de solidaridad en momentos de crisis».

La diputada cerró su intervención enojada con sus colegas: «¿Saben qué? El progresismo estúpido no sabe lo que son los pobres».

Carrió encabezó en las elecciones legislativas de medio término de 2017 la lista de candidatos a diputados de Cambiemos en la ciudad de Buenos Aires. La nómina oficialista obtuvo un cómodo triunfo en la capital argentina con más del 50 por ciento de los votos.

Es, además, una dirigente consultada por Macri, con quien suele reunirse antes o después de tomar una decisión relevante en su Gobierno.

«Carrió le pidió a la clase media que dé propinas para salir de la crisis ¿Por qué mejor no le pide a (el ministro de Hacienda, Nicolás) Dujovne que traiga la plata (dinero) que tiene fuera del país?», pidió el senador y cineasta Fernando «Pino» Solanas (Proyecto Sur), que fue aliado político de la diputada en 2013.

Por su parte, el diputado y sindicalista Hugo Yasky (Unidad Ciudadana) criticó la propuesta de Carrió en un contexto en el cual «el salario se derrumba, el dólar se dispara y la inflación es cada vez más alta» en Argentina.

En Argentina, por ejemplo, la entrega de una propina a los camareros en restaurantes o tabernas no está regulada, aunque es una tradición que los clientes dejen el 10 por ciento del pago total por el consumo realizado.

En los últimos días el Gobierno argentino reconoció un «enfriamiento» de su economía como consecuencia de una «tormenta» financiera que lo llevó, en mayo pasado, a pedir un crédito de 50.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según estadísticas oficiales, la actividad económica en Argentina registró en abril una caída del 2,7 por ciento frente al mes anterior, una estadística que llevó a distintos analistas a pronosticar un período de recesión en el país.

El Gobierno de Macri, además, estimó que el índice de inflación finalizará en 2018 en una cifra cercana al 27 por ciento, la segunda más alta de América Latina después de Venezuela.

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