Por ROB GILLIES
TORONTO
Agencia (AP)
El gobierno federal de Canadá anunció hoy que comprará un polémico oleoducto que corre de las arenas bituminosas de Alberta a la costa del Pacífico para asegurar su expansión.
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau planea invertir 4 mil 500 millones de dólares canadienses (3 mil 400 millones de dólares estadounidenses) para comprar el oleoducto Trans Mountain, hasta ahora en manos de la firma Kinder Morgan.
La expansión del oleoducto triplicará la capacidad de conducción existente para enviar petróleo extraído de las arenas bituminosas en Alberta a través de las cimas nevadas de las Montañas Rocosas canadienses. Llegaría hasta una terminal fuera de Vancouver, lo que septuplicaría el número de barcos petroleros en las aguas compartidas entre Canadá y el estado de Washington.
Ante una fuerte oposición del gobierno provincial de Columbia Británica y activistas medioambientales, la firma Kinder Morgan, con sede en Houston, suspendió una inversión esencial en el proyecto y dijo que lo cancelaría del todo si el gobierno federal y los gobiernos provinciales no lo garantizaban.
«Debe construirse y lo construiremos», expresó Bill Morneau, ministro de Finanzas de Canadá. «No se equivoquen: es una inversión para el futuro de Canadá».
El oleoducto permitiría que Canadá se diversifique y aumente sus exportaciones a Asia, donde podría venderse a un precio más elevado. Canadá tiene la tercera reserva petrolera más grande del mundo, pero un 99% de sus exportaciones van a las refinerías en Estados Unidos, donde los límites en la capacidad del oleoducto y de refinación significan que el petróleo canadiense debe venderse con un descuento.
«Durante demasiado tiempo hemos confiado en un solo socio comercial para nuestra exportación de petróleo y gas», indicó el ministro canadiense de Recursos Naturales, Jim Carr.
El proyecto ha enfrentado a Alberta, rica en petróleo, con la costera Columbia Británica, donde hay mucha preocupación por el impacto que pueda tener sobre las pescaderías, el valor inmobiliario, el turismo y la ecología oceánica. El alcalde de Vancouver, Gregor Robertson, calificó al oleoducto de un riesgo inaceptable que pone en riesgo a 10 mil empleos en el puerto.
Líderes indígenas y ambientalistas han prometido que harán todo lo necesario para frustrar el oleoducto, incluso encadenarse a equipos de construcción.
Se espera que la expansión del Trans Mountain aumente el tráfico de barcos petroleros de unos 60 a más de 400 al año, conforme aumenta el flujo del oleoducto de 300 mil a 890 mil barriles por día.
Debe construirse y lo construiremos. No se equivoquen: es una inversión para el futuro de Canadá.
Bill Morneau, ministro de Finanzas de Canadá.