Brasilia
Agencia (dpa)
El presidente de Brasil, Michel Temer, hizo varias concesiones a los transportistas tras una huelga de una semana que paralizó a gran parte del gigante latinoamericano con fuertes protestas por el aumento del precio del combustible.
«Mi Gobierno siempre estuvo abierto al diálogo y llegamos así a firmar un acuerdo con los líderes del movimiento», dijo Temer anoche al anunciar una reducción en el precio del diésel durante dos meses.
Pese al anuncio, las protestas que paralizaron al país la semana pasada seguían causando trastornos en la mañana de hoy.
Las medidas provisorias anunciadas por el presidente incluyen también descuentos en el cobro de peajes para los transportistas así como ventajas para los camioneros que trabajan de forma autónoma.
El precio del diésel se reducirá en 46 centavos de real por litro (unos 12 centavos de dólar). Según cálculos del diario «Estado de Sao Paulo», el precio era de unos 3.6 reales por litro antes del comienzo de la crisis.
Los transportistas reclaman porque la estatal Petrobras aumentó constantemente el precio de la gasolina y el diésel en lo que va de este año debido a la subida de los precios del petróleo en el mercado internacional.
Temer había reaccionado aún con dureza el viernes, autorizando al Ejército a levantar los bloqueos de carreteras impuestos por los camioneros en huelga. Antes, el presidente había anunciado una primera reducción del precio del diésel durante un mes, pero gran parte de los transportistas mantuvo el paro.
La huelga iniciada el lunes 21 de mayo causó fuertes problemas de abastecimiento por todo Brasil.
Debido a la falta de transporte y el bloqueo de carreteras y refinerías, muchas gasolineras se quedaron sin combustible. También mercados y fábricas se quedaron sin productos por la falta de suministro.
La crisis afectó a prácticamente todos los sectores productivos, desde las fábricas de autos en la metrópoli industrial Sao Paulo hasta las compañías proveedoras de agua, que empezaban a quedarse sin productos químicos.
Varios aeropuertos del país se quedaron sin combustible, entre ellos el de Brasilia, y tuvieron que activar planes de contingencia.
Varios camineros empezaron hoy a levantar la huelga, pero en muchas partes del país continuaban los problemas, según el canal Globo News.
Varios sectores industriales consideran que el suministro de bienes tardará varios días e incluso semanas en normalizarse.
Mi Gobierno siempre estuvo abierto al diálogo y llegamos así a firmar un acuerdo con los líderes del movimiento.
Michel Temer, presidente.