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Por MICHAEL HILL
EAST GREENBUSH, Nueva York, EE.UU.
Agencia (AP)

Los bitcoins pueden comprar un reloj TAG Heuer, un pasaje de avión o un sándwich de carne. Pero, ¿cómo funciona eso realmente?

Las compras con bitcoins y otras divisas digitales siguen siendo un fenómeno relativamente aislado. Mucha gente adquiere bitcoins más como inversión que como moneda de uso corriente.

Y el complejo funcionamiento de la volátil moneda puede espantar a los neófitos. ¿Cuáles son las comisiones? ¿Y los impuestos? ¿Cómo usas una divisa que puede devaluarse significativamente en el tiempo que pasa entre los aperitivos y la cuenta después de una comida?

Comprar algo con bitcoins puede ser muy sencillo, un par de clicks en el teléfono. Pero hay que tomar ciertas precauciones. Un vistazo a una transacción, la compra de un Subaru del 2017 de un residente de Virginia a un concesionario del estado de Nueva York ayuda a comprender la mecánica de los bitcoins.

LA IDEA ES HACER NEGOCIO

Eugene Rubinchuk no compró la divisa digital porque le gusta permanecer anónimo ni para asestar un golpe a los bancos. Lo hizo para ganar dinero.

Rubinchuk y su padre Michael promueven su concesionaria de autos en televisión, con una publicidad en la que el padre aparece con un sombrero de pie. La divisa digital es tan solo otra herramienta a su disposición.

“Es una forma de llegar a clientes que normalmente no se fijarían en nosotros”, explicó.

Los autos y camiones que venden se cotizan en dólares. Lo único que tuvo que hacer Rubinchuk es contratar un servicio que le permite aceptar divisas digitales si surge un comprador que quiere pagar con bitcoins.

EL PAGO CON CRIPTODIVISAS

Jonathan Cypert experimentó tempranamente con bitcoins y no le fue nada mal.

En el 2011 leyó acerca de una divisa creada hacía dos años cuyo valor se multiplicaba e invirtió 2 mil dólares en computadoras para poder explotar los bitcoins durante un año y medio. Ese es el complicado proceso que premia a los participantes con avanzados conocimientos de tecnología que verifican sus transacciones con bitcoins a través de sus libros de contabilidad públicos, llamados blockchain.

Cuando se metió en esto, un bitcoin se cotizaba a 2,50 dólares. El día que decidió comprarle un Subaru usado, con pocos kilómetros encima, a su mujer, un bitcoin costaba 14 mil dólares.

Este joven de 32 años de Virginia ve los bitcoins como una especie de reserva que lo ayudará a sobrevivir cuando se retire de las fuerzas armadas. (Consciente del peligro que representa el robo de datos personales, Cypert pidió que no se publicase su ciudad ni la rama de las fuerzas armadas en la que sirve).

«A esta altura, te preguntas por qué no aprovechar el momento”, dijo Cypert. “Puedo tomar algunas de las ganancias”.

 

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