
Stuttgart (Alemania)
Agencia (dpa)
Los sindicatos metalúrgicos y de la industria eléctrica de Alemania regresaron hoy a la mesa de negociación para intentar acordar un nuevo convenio colectivo para el sector, tras secundar parones de 24 horas desde la semana pasada que llegaron a paralizar la producción de automotrices como Audi y BMW.
Desde media mañana, representantes de los trabajadores y de las empresas reanudaron el diálogo para intentar acordar una propuesta satisfactoria para ambas partes que ponga definitivamente fin a las medidas de fuerza que la semana pasada llegaron a movilizar directa o indirectamente a unos 500 mil empleados de la industria del metal, una de las joyas de la corona de la economía germana.
Ante la falta de perspectivas de acuerdo, IG Metall, el sindicato mayoritario en el sector metalúrgico de Alemania, decidió a finales de enero suspender las negociaciones y llegó a anunciar su intención de organizar una huelga por tiempo indeterminado a escala nacional.
Esta central sindical exige un aumento salarial general de seis por ciento en el plazo de doce meses y modelos para reducir la franja laboral a 28 horas por semana, demandas rechazadas por la ejecutiva de la federación de empleadores metalúrgicos.
Por su parte, desde las empresas ofrecen un aumento del 6,8 por ciento pero para ser aplicado en 27 meses.
Los parones de 24 horas convocados la semana pasada tuvieron impacto directo en las principales fabricantes de automóviles del país. Además de en BMW y Audi, donde se interrumpió incluso la producción de vehículos debido a las huelgas, otras empresas como Porsche y Daimler, fabricante de Mercedes, también se vieron afectadas por las medidas de protesta.