Por KEN SWEET
NUEVA YORK
agencia/AP
El banco Credit Suisse anunció el ayer que no efectuará ni aceptará transacciones con bonos de Venezuela, en momentos en que la crisis política del país sudamericano se intensifica.
La institución crediticia no comerciará ni aceptará en garantía dos tipos de títulos venezolanos, así como ningún bono que el gobierno de la nación sudamericana haya emitido desde el 1 de junio, según una vocera del banco que no estaba autorizada a dar su nombre. Además, cualquier empresa que desee hacer negocios con Venezuela o manejar activos allí tendrá que someterse a revisiones adicionales.
El banco anunció la prohibición en el uso de los bonos venezolanos mientras el gobierno de Estados Unidos sopesa la posibilidad de imponer sanciones económicas al gobierno del presidente Nicolás Maduro, que enfrenta crecientes críticas internacionales por los maltratos a la oposición y las medidas que ha tomado para consolidarse en el poder.
En el memorándum, el banco mencionó “los sucesos recientes y el ambiente político” en el país para justificar sus medidas.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha sancionado a 30 funcionarios o aliados del gobierno venezolano desde abril pasado, incluido Maduro.
Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica derivada de una administración gubernamental deficiente y el descenso en los precios del petróleo. Los bonos del país son una de las pocas formas en las que el gobierno venezolano puede recaudar dinero para respaldar su maltrecha economía.
Sin embargo, a medida que la crisis política del país se agrava, los bonos emitidos por el gobierno, así como por la petrolera estatal PDVSA, se han convertido en un punto de controversia y preocupación para los inversionistas, los cuales temen estar respaldando a un régimen opresor, así como a un país que corre el grave riesgo de declararse en mora. A principios del año, Goldman Sachs enfrentó presión política por adquirir unos 2 mil 800 millones de dólares en bonos venezolanos en el mercado abierto con un descuento significativo.
Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y líder de la oposición en el país, ha enviado más de una decena de cartas a bancos de todo el mundo advirtiéndoles del riesgo que corren su reputación y sus beneficios económicos si le arrojan un salvavidas a Maduro. Borges también amenazó con no reconocer ningún bono emitido por el gobierno de Maduro si la oposición logra regresar al poder.
El gobierno tiene que efectuar pagos de deuda por alrededor de 6 mil millones de dólares este año, y se cree que sólo le quedan 10 mil dólares en efectivo, en gran medida inmovilizados en lingotes de oro.
El gobierno de Trump no ha descartado la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo venezolano, una medida que privaría al país sudamericano de su fuente principal de divisas y podría acelerar una mora de pagos de su deuda.
Otras opciones en la mesa incluyen vetar las exportaciones de crudo ligero estadounidense del que Venezuela depende para refinar su petróleo. Eso también podría elevar el riesgo de una suspensión de pagos al reducir significativamente la producción petrolera venezolana.