Atenas
Agencia/dpa
Grecia lanzó esta semana una subasta de bonos de deuda a cinco años que pondrá a prueba su fortaleza para volver a financiarse en los mercados de capital, en la primera de este tipo decidida por el Gobierno de Alexis Tsipras desde que llegó al poder en 2015.
Se trata de una subasta de deuda «roll over» -una forma de ampliar el vencimiento de un título- con la que se pretende amortizar deuda antigua de 2014, informó hoy el Ministerio de Finanzas en Atenas. Se espera que los resultados de la subasta, realizada a cargo de un consorcio de grandes bancos internacionales, se den a conocer.
La salida al mercado se produce tres años después de la exitosa venta de bonos en 2014, cuando el entonces Gobierno conservador logró por primera vez recaudar capital de inversores privados, cuatro años después del colapso financiero del país en 2010. Entonces los intereses se elevaron al 4,95 por ciento y los inversores recibieron un interés efectivo del 4,75 por ciento.
Para Tsipras y su Gobierno el lanzamiento tiene una gran importancia simbólica: mientras Atenas reciba créditos del programa de rescate internacional hasta verano (boreal) de 2018 no dependerá forzosamente del capital privado.
Sin embargo, Grecia pretende recuperar su independencia financiera el próximo año y para ello es clave que pueda financiarse sólo través del mercado de capital. El hecho de que no le fuera posible hacerlo, o sólo con intereses muy elevados- ante la pérdida de confianza de los inversores en el país fue lo que desató el drama financiero a comienzos de 2010.
El Ministerio de Economía constató avances en el saneamiento de las finanzas públicas, con un superávit primario de 1.900 millones de euros en el primer semestre de este año, muy por encima de los 431.000 que se habían puesto los acreedores. El superávit primario es el resultado de las cuentas del país sin tener en cuenta el pago de intereses de la deuda.
