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Washington (dpa)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) avaló en principio las nuevas ayudas financieras para Grecia, pero estableció condiciones, sobre todo que los acreedores europeos del país tomen medidas para aliviar su deuda.

Los órganos de decisión del FMI votaron ayer en principio apoyar la propuesta de la directora gerente Christine Lagarde de otorgar a Grecia un crédito de 1,600 millones de euros (1,860 millones de dólares), pero a cambio de una reducción de la carga de la deuda.

No hay límite temporal para alcanzar un acuerdo, aseguró la directora de la misión del FMI para Grecia, Delia Velculescu. La funcionaria se mostró convencida de que se logrará un consenso.

Medidas radicales como un recorte de deuda no son necesarias, en opinión del FMI. «Grecia no está en condiciones de alcanzar la sostenibilidad de sus deudas y necesita alivios por parte de sus acreedores europeos», indicó Lagarde.

Con el bloque europeo se acordó que Grecia tiene que alcanzar hasta 2020 un superávit primario del 3.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), subrayó Velculescu.

Después, el objetivo debería bajar lo más rápido posible al 1.5 por ciento. El superávit primario es el excedente del presupuesto sin tener en cuenta las amortizaciones e intereses de la deuda.

«Hay que crear espacio para mejorar los servicios sociales, para estimular inversiones públicas y bajar impuestos, para apoyar el crecimiento», dijo Lagarde.

El problema del clima de inversiones sigue siendo el principal en la recuperación económica del país. Según el FMI también es importante estabilizar los bancos griegos, que siguen acumulando una gran cantidad de créditos tóxicos.

El jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, saludó que con ello hay coincidencia en las condiciones del Eurogrupo y del FMI respecto de las ayudas a Grecia. «Esto debería permitir a Grecia cerrar con éxito las reformas previstas hasta la fecha de finalización de los programas de ayuda del MEDE y el FMI en agosto de 2018, para que la economía vuelva a ser competititva y gane confianza en los mercados», añadió.

El país se encuentra desde 2010 al borde de la quiebra y es apoyado desde entonces con programas de rescate multimillonarios.

La última vez que Grecia pudo recaudar dinero en el mercado fue en 2014. Por ahora no se han confirmado los rumores de que el país volvería a intentar colocar bonos del Estado en los mercados. «No nos endeudaremos porque sí», dijo a dpa un alto cargo del Gobierno.

El Mecanismo Europeo de Estabilidad dio luz verde el 7 de julio a una nueva inyección financiera a Grecia de 7,700 millones de euros (unos 8,900 millones de dólares). La mayor parte está prevista para la liquidación de deuda vencida. De esta forma, el total del préstamo otorgado por este organismo europeo a Atenas ascendió a los 180 mil millones de euros (unos 209 mil 300 millones de dólares).

Hace tiempo que el FMI se enfrenta a los acreedores europeos en relación a la necesidad de generar un alivio para la deuda griega. El Fondo propone que los acreedores renuncien a intereses y amortizaciones hasta 2040, que se extienda hasta 2070 la duración de los préstamos y que se limiten los intereses a un 1,5 por ciento. El Eurogrupo quiere hablar de estas medidas solamente tras finalizar el actual tercer rescate en 2018.

Estados Unidos, como principal actor del FMI, reclama al organismo contención en el tema griego. En aquel país se ve de manera muy crítica el sostenimiento de Grecia con medios internacionales.

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