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Por MAURICIO SAVARESE y SARAH DiLORENZO
SAO PAULO
AGENCIA/AP

Una huelga general estalló hoy en Brasil en protesta por cambios propuestos a las leyes laborales, dejando paralizados a los sistemas de trenes y metros de gran parte del país.

El gobierno del presidente Michel Temer dice que la flexibilización de las leyes laborales reactivará una economía moribunda y advierte que sin los cambios quebrará el sistema jubilatorio. Los sindicatos y otras organizaciones convocaron a la huelga, señalando que las nuevas leyes despojan a los trabajadores de muchos de sus derechos.

En Sao Paulo, la ciudad más grande del país, funcionaba una sola de las seis líneas del metro en la hora pico y ninguno de los de buses. Más tarde, otras dos empezaron a funcionar parcialmente. En Río de Janeiro, todas las líneas de buses mantenían servicios parciales.

Se levantaron barricadas para cortar las calles en ambas ciudades. La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que bloqueaban la ruta al aeropuerto de Congonhas, el menor de los dos de la ciudad. Indigentes y activistas bloquearon la ruta al aeropuerto de Guarulhos, pero ambas aeroestaciones funcionaban con normalidad.

“Hubo un bloqueo durante una hora, pero lo levantaron”, dijo la socióloga Barbara Castro, que partía de Guarulhos hacia Lima por la mañana.

“No paralizaron el aeropuerto, pero espero que paralicen el resto del país”, añadió.

En el aeropuerto Santos Dumont de Río de Janeiro, los manifestantes generaron confusión al correr por las terminales y derribar los divisores de colas en los check-in. En Río hubo un enfrentamiento entre manifestantes que bloqueaban una arteria principal y la policía.

La economía brasileña está sumida en la recesión y muchos están furiosos con el gobierno. Temer sostiene que las reformas propuestas traerán beneficios en el largo plazo. Pero habiendo tanto desempleo, muchos piensan que no pueden aceptar los recortes a sus beneficios sociales.

La agencia estadística IBGE informó hoy que el desempleo había aumentado del 12 al 13.7% en el primer trimestre.

“Aquí en Brasil (los políticos) roban los derechos de los trabajadores con estas reformas jubilatorias y laborales”, dijo el dirigente sindical Reginal de Souza. “Venimos a decir basta, que nos oponemos a estas cosas insensatas que hace el gobierno… a los trabajadores y todo el pueblo brasileño”.

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