
Helsinki
Agencia/dpa
Finlandia se propone averiguar si la introducción de un salario básico de 560 euros (585 dólares) al mes y sin requisito alguno simplificaría el sistema social del país al sustituir la ayuda al desempleo.
Esta renta básica estará libre de impuestos y no implica que su receptor no pueda ganar un dinero extra con otro trabajo.
El periodo de prueba de esta iniciativa gestionada por el Instituto de Seguridad Social Kela durará en un principio dos años. Después, se valorará si este salario básico ayuda a reducir la pobreza y la exclusión social, a motivar al trabajador y a reducir la burocracia.