Buenos Aires
Agencia/dpa
El jefe de Gabinete de Argentina, Marcos Peña, negó hoy que el Gobierno del presidente Mauricio Macri «sea para ricos», y reconoció que la economía del país recién crecerá en 2017.
El jefe de Gabinete negó que el actual Gobierno argentino sea «para ricos» y atribuyó esa afirmación «a algún prejuicio o a alguna idea con la que se ha machacado en ese sentido», dijo en declaraciones a radio La Red.
El ministro coordinador también se refirió al reclamo de varios gremios que exigen reabrir las paritarias (negociaciones salariales) debido a la fuerte inflación.
Peña desestimó el pedido al señalar que los acuerdos alcanzados «reflejan la inflación que viene, que claramente va a ser más baja» y sostuvo que «el salario y el poder adquisitivo se va a ir recomponiendo mes a mes».
«Los acuerdos que se realizaron, en plena libertad, reflejan lo que va a ser la inflación que viene, que claramente va a ser más baja. Esperamos que a través del diálogo se pueda ver que el salario y el poder adquisitivo se va a ir recomponiendo mes a mes», dijo Peña.
«En este segundo semestre vamos a ir viendo un camino un poco mejor en cada variable y las perspectivas para 2017 ya se habla de un año con crecimiento y con menor inflación», afirmó.
«Hay etapas. La primera, la más difícil, fue el primer semestre, donde había que corregir muchas distorsiones de una economía desquiciada», dijo.
La economía argentina cayó 0,7 por ciento en el primer trimestre del año y confirmó su recesión al sumar tres períodos seguidos de caída de la actividad. La inflación se sitúa en torno al 42 por ciento anual.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó semanas atrás que la economía argentina tendrá una contracción de 1,5 por ciento este año y que en el año próximo crecerá de 2,8 por ciento.
Sobre la inflación, el ministro señaló que «hay indicios claros de que en julio fue significativamente más baja que en junio». Si bien evitó adelantar un número preciso, dijo que «hay un consenso bastante generalizado de que ha estado en dos y algo, algunos dicen en 2,5, 2,3 o 2,2 por ciento». La cifra oficial se conocerá la próxima semana.
En tanto, los sindicalistas alineados en la Confederación General del Trabajo (CGT) Azopardo indicaron que la inflación de julio fue del 3,1 por ciento, bastante más alta que la esperada por el Gobierno. El informe gremial precisó que el aumento de precios en el último año fue del 45,86 por ciento.
En línea con lo manifestado por diversos gremios, el secretario de prensa de la CGT Azopardo, Omar Plaini, advirtió que «las paritarias no están cerradas» y sostuvo que «se tienen que reabrir» algunas de esas negociaciones salariales porque hubo una pérdida del poder adquisitivo» de los sueldos «de entre el 7 y el 12 por ciento».
Plaini dijo que el país está en una «grave crisis social» y no descartó que la central gremial que conduce Hugo Moyano convoque a una huelga.
El Sindicato de Panaderos indicó a la agencia de noticias DyN que ya presentó un pedido de reapertura de paritarias «porque la inflación devoró el poder adquisitivo de los salarios».
El diputado Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) aseguró que ve «mucha gente desilusionada» con el Gobierno de Macri y ratificó para el próximo martes habrá movilizaciones en todo el país de sectores de izquierda y de organizaciones del «sindicalismo combativo» contra las políticas oficiales.
En declaraciones a radio FM 770, el legislador y ex candidato a presidente acusó a Macri de llevar adelante una «política que claramente perjudica y mete la mano en el bolsillo a la gran mayoría de la clase trabajadora y a sectores de las clases medias».
