Por CHRISTOPHER S. RUGABER
WASHINGTON
Agencia/AP
Los empleadores en Estados Unidos añadieron 287 mil puestos de trabajo en junio, una cifra robusta que apunta hacia una recuperación de la economía tras un crecimiento anémico a comienzos de año.
El aumento en las contrataciones marca un agudo contraste con la cifra de mayo, cuando se crearon apenas 11 mil puestos de empleo. La cifra de abril fue de 144 mil.
La cifra de desempleo para junio aumentó de 4,7% a 4,9% debido a que más personas empezaron a buscar empleo -indicio de un mayor optimismo- aunque no todos lo consiguieron.
El reporte indica que la economía estadounidense estaba mejorando antes del referéndum en el que los británicos decidieron abandonar la Unión Europea, lo que estremeció a los mercados financieros mundiales.
La contracción anterior en el mercado laboral surgió cuando la economía estaba creciendo a una tasa anual de apenas 1,1% en los primeros tres meses del año. El gasto del consumidor tuvo su crecimiento más rezagado en dos años en ese período, lo que afectó la economía ya que el gasto del consumidor comprende el 70% de la actividad económica en Estados Unidos.
Las preocupaciones en torno al crecimiento económico mundial se han agudizado desde el referéndum británico, que provocó el caos en los mercados financieros. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años esta semana bajó a un mínimo histórico de 1,34%. Una baja tan fuerte usualmente indica un crecimiento exiguo o incluso una recesión. Cuando los inversionistas sienten incertidumbre hacia el futuro y quieren inversiones más seguras, recurren usualmente a los bonos del Tesoro estadounidense. Ese flujo de dinero provoca una baja en los rendimientos.
El crecimiento de las contrataciones tomó por sorpresa a los directivos de la Reserva Federal. En su reunión en junio, habían citado la debilidad en el mercado laboral como razón para postergar cualquier aumento de las tasas de interés.
Esa actitud fue una variación con respecto a lo que dijeron en abril, cuando los jerarcas del banco central estadounidense indicaron que estaban dispuestos a aumentar las tasas de interés pronto si el mercado laboral y la economía seguían mejorando.
