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Madrid
Agencia/dpa

El Banco de España arrojó hoy un jarro de agua fría a las previsiones económicas optimistas del Gobierno de Mariano Rajoy, ahora en funciones, al augurar una desaceleración en la economía del país hasta 2018, según sus proyecciones macroeconómicas.

El supervisor bancario prevé que el PIB español crezca un 2,7 por ciento este año, frente al 3,0 por ciento que estima el Ejecutivo. Para 2017 espera un crecimiento del 2,3 por ciento, y una desaceleración hasta el 2,3 por ciento en 2018.

Según apunta el Banco de España, esta evolución es el resultado de «la pérdida de fuerza de algunos elementos que, con carácter transitorio, han impulsado la actividad en la etapa más reciente, como las bajadas del precio del petróleo, la depreciación del euro o algunos estímulos presupuestarios».

El organismo tampoco es optimista sobre el déficit público. Calcula que no se situará por debajo del 3,0 por ciento hasta 2018, con un año de retraso respecto a lo que exige la Comisión Europea.

Aunque mejora su previsión para este ejercicio, al reducirla del 4,4 por ciento al 4,1 por ciento, sigue estando por encima de lo que marca Bruselas.

España podría ser multada por incumplir en 2015 el objetivo de déficit para ese año, al sobrepasar en nueve décimas (5,1 por ciento) el porcentaje pactado con la Comisión Europea (4,2 por ciento).

El Banco de España también se pronuncia sobre el desempleo, uno de los principales problemas del país. Estima un descenso paulatino en los próximos años de la tasa de personas sin trabajo, hasta el 17,3 por ciento en 2018. A final de marzo se situaba en el 21 por ciento.

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