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PARIS
Agencia/AP

Activistas sindicales interrumpieron hoy las operaciones en el aeropuerto de Marsella y paralizaron la actividad en la mitad de las refinerías del país en protesta por la reforma laboral francesa, aunque el desabastecimiento de gasolina remitió ligeramente a nivel nacional tras la intervención del gobierno.

Las tensiones se suavizaron un poco, después de que una jornada de huelgas y protestas de los sindicatos contra el gobierno socialista, dejara a muchos conductores atrapados ayer por cortes de tráfico y bloqueos. La disputa gira en torno a una reforma laboral que flexibilizaría la semana laboral francesa de 35 horas y facilitará la contratación —y el despido— de trabajadores.

Algunos sindicatos continuaron la huelga esta mañana y la principal petrolera de Francia, Total, indicó que cuatro de sus ocho refinerías estaban paralizadas. Medios franceses informaron de que la terminal petrolera en Le Havre, en el canal de La Mancha, también seguía cerrada por huelgas.

Sin embargo, la presión sobre las gasolineras remitió y había menos filas visibles en las estaciones de servicio de la región de París. El 30% de las gasolineras se quedaron sin combustible o con existencias mínimas en algún momento de la semana, en medio de compras compulsivas por miedo, pero Total y el grupo sectorial petrolero UFIP informaron de una mejora de la situación hoy.

El sindicato CGT, que ha liderado las protestas, centró su atención en un juicio contra varios miembros del sindicato de Air France acusados de arrancar las camisas de dos ejecutivos de la aerolínea durante una violenta protesta el año pasado.

El juez que instruye el caso en Bobigny, a las afueras de París, aplazó el proceso hasta septiembre ante el temor a que pueda avivar las tensiones.

«Es el inicio de una revolución. Se trata del futuro del país», afirmó el acusado Sri Colbert a Associated Press.

Activistas sindicales marcharon ante el tribunal. En otros lugares del país, las protestas bloquearon la entrada del aeropuerto de Marsella en solidaridad con los trabajadores de Air France procesados, según Maxime Picard, miembro de CGT en Marsella.

El incidente de las camisas del pasado octubre, registrado por las cámaras y que se vio en todo el mundo, se convirtió en un símbolo del antagonismo en las relaciones laborales francesas. Se produjo tras una reunión en la que los directivos anunciaron recortes de empleo tras años de recortes de gastos en la aerolínea.

Los abogados de Air France criticaron el retraso del juicio, alegando que un episodio de violencia excepcional debe castigarse tan pronto como sea posible y no conectarse con un movimiento de protesta más amplio.


La cifra

30% de las gasolineras
Se quedaron sin combustible o con existencias mínimas en algún momento de la semana, en medio de compras compulsivas por miedo.

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