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Pekín
Agencia/dpa

El Congreso Nacional del Pueblo (Parlamento chino) aprobó en la clausura de su asamblea anual el nuevo plan quinquenal, que establece como meta ambiciosa un crecimiento económico del 6.5 por ciento anual hasta el año 2020.

El primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró que es «imposible» que no se logre el objetivo de crecimiento económico acordado, aunque al mismo tiempo admitió que hay «problemas arraigados» que «han agudizado la presión a la baja».

La creciente urbanización de China va a ser un importante motor para la demanda doméstica, al tiempo que se van a impulsar las reformas que necesita la economía estatal, señaló el jefe de Gobierno chino. «Hay mucho espacio para fomentar la industrialización y la urbanización», sentenció.

Li dijo que se adoptarán «medidas innovadoras» en caso de que surja algún indicio de un declive económico. Pese al elevado endeudamiento de los Gobiernos locales y las empresas, no hay motivo para estar preocupado, aseguró: «Seguimos estando en una buena posición para desactivar los riesgos financieros».

De los casi 2 mil 900 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, 2 mil 778 votaron a favor del nuevo plan quinquenal. Solo 53 votaron en contra y 25 se abstuvieron.

El plan quinquenal ratifica el objetivo de duplicar los ingresos de los chinos y el rendimiento económico de aquí a 2020 respecto a los niveles de 2010.

De acuerdo con los objetivos del plan, la investigación y la innovación deben dar nuevos impulsos a la economía, el sector de servicios debe crecer y el exceso de capacidad en la industria debe reducirse. Li expresó la esperanza de que sea posible evitar despidos masivos.

Asimismo, el Gobierno chino prometió hacer grandes inversiones en la infraestructura e incrementar los esfuerzos para proteger mejor el medio ambiente.

La clausura de la asamblea parlamentaria se realizó, al igual que la apertura, en medio de una fuerte contaminación atmosférica en Pekín. Las mediciones en la capital china indicaban este miércoles niveles «muy insalubres» de partículas suspendidas en el aire. Las autoridades decretaron para Pekín, la vecina ciudad de Tianjin y cinco provincias en el norte del país el nivel de alerta «amarillo», el tercero más alto, que se mantendrá hasta el viernes.

Los delegados chinos aprobaron también el nuevo presupuesto general del Estado, que prevé un aumento del gasto militar de un 7.6 por ciento, el menor crecimiento en seis años. Aunque se ve afectado por el deterioro de la situación económica, el gasto militar sigue aumentando a un ritmo mayor que el total de los egresos.

Como consecuencia del aumento de los gastos y el descenso de los ingresos, el presupuesto chino arrojará este año un déficit récord de un tres por ciento del producto interior bruto (PIB).

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