
Fráncfort
Agencia dpa
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insistió hoy en la importancia de que los países de la zona euro aceleren los esfuerzos de reformas estructurales para potenciar el efecto de las medidas de política monetaria del guardián del euro.
«El contraste de los análisis económicos con las señales confirman la necesidad de más estímulos monetarios económicos para garantizar que la inflación vuelve a un nivel por debajo pero cercano al dos por ciento», explicó Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de Gobierno del BCE en Fráncfort.
Sin embargo, recordó que para obtener «todos los beneficios» de las medidas de política monetaria del BCE es «necesaria la contribución decisiva de otras políticas debido al alto nivel de desempleo estructural y al bajo crecimiento en la zona euro».
«Por ello se necesitan políticas estructurales que sean efectivas, en particular las medidas destinadas a mejorar la productividad y el entorno empresarial», apuntó.
Draghi destacó que la aplicación «ágil y efectiva» de reformas estructurales en un entorno de orientación acomodaticia de la política monetaria no solo llevará a un mayor crecimiento económico sostenible en la zona euro, sino que hará también que la zona euro sea más resistente a las perturbaciones globales.
«Los esfuerzos de reformas es algo que hay que acelerar en la mayoría de países de la zona euro. Y las políticas fiscales deberían apoyar la recuperación económica cumpliendo al mismo tiempo las normas fiscales de la UE», recordó. «El cumplimiento del Pacto de Estabilidad de Precios es algo esencial para mantener la confianza en el marco fiscal», agregó.
El BCE decidió hoy bajar por sorpresa su principal tasa de interés al cero por ciento, fijando un nuevo mínimo histórico, así como elevar la penalización a los depósitos bancarios en diez puntos básicos hasta el 0,4 por ciento y ampliar a 80.000 millones de euros las compras mensuales de bonos soberanos y títulos empresariales, entre otras medidas.