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Fráncfort
Agencia/dpa

El Banco Central Europeo (BCE) está preparado para dar nuevos pasos para luchar contra la baja inflación y la debilidad de la coyuntura económica en la zona euro, insistió hoy el presidente del organismo, Mario Draghi.

Durante su comparecencia en un congreso bancario en Fráncfort, el economista italiano adelantó que si el consejo de gobierno del BCE a principios de diciembre llega a la conclusión de que los riesgos han aumentado, entonces aplicarán «todos los instrumentos» existentes en el marco de su mandato.

El programa de compra de bonos estatales y otros valores, en funcionamiento desde marzo, podría ser ajustado «en duración, volumen y composición», indicó Draghi.

Actualmente, el BCE destina mensualmente 60 mil millones de euros a la compra de bonos estatales y otros activos. El billonario programa estará vigente al menos hasta septiembre de 2016.

Además, el consejo de gobierno del BCE se plantea analizar de nuevo el nivel de los tipos de interés por depósitos bancarios en el BCE que actualmente penaliza a los bancos, que deben pagar un 0,2 por ciento de interés si quieren almacenar el dinero en el BCE.

Los economistas esperan que el BCE aumente esta penalización. «Haremos todo lo que sea necesario para elevar la inflación tan rápido como sea posible», afirmó Draghi.

La existencia de bajos precios a largo plazo supone un riesgo para la coyuntura económica y se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de la entidad europea, que se reúne el 3 de diciembre para debatir de nuevo sobre política monetaria.

En octubre, la inflación en la eurozona se situó en un 0,1 por ciento por encima del nivel del año anterior. Este nivel está muy lejos del objetivo de estabilidad de precios fijado por el BCE en cerca pero por debajo del dos por ciento.

El BCE volverá a contar en la reunión con la oposición del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que hoy volvió a alertar de los riesgos de ampliar nuevamente la inyección de dinero para reactivar la economía y luchar contra la baja inflación.

«Cuanto más tiempo dure la flexible política monetaria, menos efecto tendrá y aparecerán más riesgos y efectos secundarios», afirmó Weidmann en Fráncfort.

«No deberíamos ocultar el peligro de que los gobiernos se acostumbren a tipos de interés bajos», alertó. En su opinión, esto podría frenar las reformas necesarias para salir definitivamente de la crisis y reactivar las economías.

«No deberíamos olvidar tampoco que las medidas emprendidas hasta ahora necesitan tiempo aún para poder tener un efecto completo», aseguró Weidmann, miembro del consejo de gobierno del BCE y uno de los máximos opositores de la política practicada en los últimos tiempos por Draghi.

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