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POR REDACCIÓN EMPRESARIAL
lahora@lahora.com.gt

Expertos de la construcción prevén que el déficit habitacional en Guatemala llegaría a 2.1 millones de viviendas en 2020, si ahora no se desarrollan reformas que permitan desarrollo de más unidades habitacionales.

Información difundida recientemente por la Asociación Centroamericana de la Vivienda, Capítulo Guatemala (Acenvi), revelan que actualmente en el país cerca de 1.6 millones de viviendas no son adecuadas, causando efectos nocivos en la salud, educación y bienestar de las personas, y bajo un escenario que refleja las condiciones actuales, al año 2020 el déficit habitacional posiblemente se agrave hasta 2.1 millones.

“Sin reformas, los mercados y el actuar público no podrán satisfacer las crecientes necesidades de vivienda y por ende se verían potenciados los impactos negativos en el bienestar de las personas y en las ciudades en las cuales podrían aumentar los grupos poblacionales que habitan, por ejemplo, en asentamientos humanos precarios”, advierte un comunicado de la Asociación.

Por eso se presentó un plan de vivienda a los candidatos a la presidencia Jimmy Morales y Sandra Torres; según Acenvi, el documento plantea reformas para promover adecuados desarrollos habitacionales y aportar a mejores ciudades, en donde las personas puedan llevar una vida más digna y plena. Con dicha intención, el documento resume un conjunto de iniciativas para potenciar una gestión moderna del sector vivienda en un contexto de diversidad cultural y territorial.

Las iniciativas que se presentan en un documento para implementarse a lo largo de los próximos cuatro años de forma gradual y sostenida, contribuyendo a generar hasta 200 mil nuevas soluciones habitacionales en el año 2,020, esperando que derivado de las intervenciones que se plantean el Déficit Total sea de 1.2 millones para el año 2,020, integrado por cerca de 300 mil unidades por déficit habitacional y cerca de 900 mil por déficit cualitativo, como resultado de la acumulación del efecto anual.

Dichas intervenciones tendrían un efecto importante en la economía. Se esperaría que el aporte a la actividad económica, medida como aporte del Valor Agregado del sector vivienda al Producto Interno Bruto, pasé de 1.7 por ciento, en el año 2015, al 2.7 por ciento en el año 2020.

Los impactos más considerables ocurrirían en las áreas de empleo e impuestos. Se esperaría un 50 por ciento de crecimiento en la generación de puestos de trabajo, cuando se pasaría de una ocupación anual de 310 mil personas, en el año base, a cerca de 458 mil en el año 2020. En materia de impuestos, el aporte pasaría de un estimado (teórico) de un mil seiscientos millones hasta los tres mil millones en el año 2020.

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