Por NICHOLAS PAPHITIS y PAN PYLAS
ATENAS, Grecia
Agencia/AP
Grecia obtuvo un salvavidas temporario hoy que ayudará a sus bancos a afrontar una fuga de depósitos en las vísperas de una cumbre de los 19 jefes de la eurozona que podría determinar el futuro del país en la moneda común.
Crece la incertidumbre desde que terminó con mutuos reproches una reunión ayer sobre las reformas que debe efectuar Grecia para obtener más préstamos. Grecia tiene un vencimiento de deuda el 30 de junio para el cual carece de fondos y el default podría provocar su salida del euro.
Varios países europeos dicen abiertamente que se están preparando para esa eventualidad.
En las calles de Atenas no se advertían indicios de angustia, aparte de las colas habituales en bancos y supermercados, pero las autoridades advirtieron un aumento en retiros y transferencias de fondos, que también se pueden realizar por vía electrónica.
Un funcionario de la UE dijo que los griegos retiraron unos 2 mil millones de euros (2 mil 300 millones de dólares) de sus cuentas en los últimos tres días.
El dinero está saliendo de los bancos griegos más rápidamente que nunca, dijo el funcionario, que habló bajo la condición de anonimato debido a la situación difícil.
Por eso la junta de gobierno del Banco Central Europeo resolvió hoy dar un crédito de emergencia adicional a los bancos griegos para que enfrenten la situación.
Un directivo bancario griego, que habló bajo la condición de anonimato porque el anuncio no era público, confirmó la decisión, pero se negó a dar una cifra.
El BCE está incrementando sin cesar su apoyo a los bancos griegos: tomó una medida similar hace dos días. Se cree que no cerrará esa fuente hasta que considere que Grecia va a la bancarrota sin remedio y de ninguna manera lo hará antes de la cumbre de emergencia de los 19 jefes de la eurozona prevista para el lunes.
Sin embargo, si no aparece rápidamente un acuerdo con los acreedores que permita al país saldar sus deudas inmediatas, empezando por la del 30 de junio, el BCE se verá bajo una presión interna para dejar de inyectar fondos en un sistema bancario al borde del colapso.
Grecia debe pagar 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional el 30 de junio, pero no puede sin acuerdo que destrabe un tramo de 7.200 millones de euros en préstamos de rescate.
Las relaciones han empeorado en los últimos días, con cruces de acusaciones en términos cada vez más acerbos.