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Ciudad de Guatemala,
Agencia dpa

México y Guatemala acordaron ayer convocar a países de Centroamérica e inversionistas para el primer trimestre del próximo año para definir la demanda regional y el interés de cada país por recibir gas natural o energía eléctrica a base de gas natural, informaron fuentes oficiales.

«Hemos acordado con el ministro de Energía de Guatemala (Erick Archila) invitar a un foro regional, en el primer trimestre, aquí en Guatemala, con representantes del área de energía de todos los gobiernos, así como de la iniciativa privada, interesada en la construcción del gasoducto, y empresarios que adquirirían el gas», informó el secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell.

El tema fue analizado ayer martes en una «Cumbre de Inversión Energética Mesocamericana», organizada por el Gobierno de Guatemala y patrocinada por el Departamento de Estado de Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En el evento participaron, además, autoridades del sector energético de El Salvador, Costa Rica y Panamá, quienes expresaron interés en la propuesta, como parte de una estrategia de interconexión eléctrica de la subregión, que ya está en marcha.

«Creemos que si hacemos un ejercicio bien objetivo de la demanda, esto puede ser atractivo para la inversión privada», explicó Coldwell durante una rueda de prensa.

Los plazos para la puesta en marcha del proyecto de construcción del gasoducto entre México y Guatemala, que preliminarmente se estima en unos 527 millones de dólares, podrán definirse durante el foro regional de marzo del próximo año, explicó el funcionario mexicano.

Aclaró que se trata de una obra que los gobiernos promoverán y planificarán, pero que será «totalmente privada», en línea con «el nuevo modelo energético mexicano».

«La idea es que el gas sea rentable para que sea la iniciativa privada la que lo construya y no incrementemos la deuda pública de nuestros países», indicó.

«Es un proyecto de largo aliento (largo plazo), la etapa de planificación es fundamental, porque queremos que realmente traiga gas abundante y barato para que pueda detonar el desarrollo industrial de América Central», comentó.

La importancia del gasoducto que transportaría gas natural inicialmente a Guatemala radica en el hecho de que actualmente ocurre una «revolución energética», en el norte del hemisferio (Estados Unidos y Canadá).

«Entonces, los países que estamos al sur no podemos quedarnos fuera de esa revolución, porque si no, no vamos a tener gas natural a precios competitivos, no habrá atracción de la industria para venir a México o Guatemala a invertir. Por eso necesitamos tener acceso a la infraestructura de gas natural y también generar electricidad a base de gas, porque es cuatro veces más barato que el bunker y seis veces más barato que el diesel», añadió.

De acuerdo con el secretario de Energía mexicano, la actual coyuntura a favor del proyecto está marcada por la abundancia de gas en Estados Unidos a precios bajos, la reforma energética de México, que hará que México se convierta en un país autosuficiente en gas y también exportador, y por otro lado, el interés de la banca internacional de financiar proyectos de integración.

El funcionario reconoció que en América Central se ha avanzado en un proyecto de integración eléctrica, pero advirtió que «hay que buscar que no nos rezaguemos, porque no será atractiva a la inversión».

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