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Bruselas,
Agencia dpa

El crecimiento de la zona euro será menor a los pronósticos inicialmente publicados en mayo, el motor alemán pierde fuerza y Francia y España no podrán controlar a largo plazo su elevado déficit, señaló hoy la Comisión Europea en sus previsiones de otoño (boreal).

La eurozona crecerá en promedio un 0,8 por ciento en 2014, en vez del 1,2 por ciento estimado inicialmente, y un 1,1 por ciento en 2015 en vez del 1,7 por ciento anterior, anunció hoy el Ejecutivo de la Unión Europea (UE).

España crecerá un 1,2 por ciento este año, una décima más de lo que había calculado la Comisión en mayo, pero para 2015 la cifra será de un 1,7% en vez del 2,1% estimado en la anterior previsión.

Las estimaciones de Bruselas son algo peores a las del propio gobierno español, que calcula el crecimiento en un 1,3% este año y un 2,0% el próximo.

El frenazo en la coyuntura -se reducen las previsiones para Alemania, Francia e Italia, las tres mayores economías del bloque- tendrá efectos negativos sobre los países que luchan por reducir el déficit. Por eso la conclusión de los expertos es que España y Francia no conseguirán mantener a raya el déficit a largo plazo, ni siquiera en el caso de París, que acaba de aprobar un millonario paquete de ahorro.

España cumplirá este año el objetivo de déficit, que será del 5,6% del PIB frente al 5,8% exigido, pero incumplirá la meta para 2015 y 2016 si no toma nuevas medidas. En cuanto al desempleo, los expertos estiman que se reducirá al 24,8% en 2014, al 23,5% en 2015 y al 22,2% en 2016.

A su vez, la deuda pública llegará al 98,1% este año, al 101,2% en 2015 y al 102,1% en 2016.

Por su parte, Alemania no puede cumplir su papel como locomotora de Europa. Según la Comisión, después de un segundo trimestre en negativo, el país tuvo crecimiento cero en el tercer trimestre. Se espera que este año haya un aumento del PIB de 1,3% y de sólo el 1,1% en 2015. Francia crecerá un 0,3% y un 0,7% el año que viene e Italia caerá un 0,4% en 2014 y volverá a crecer un 0,6% en 2015.

Jyrki Katainen, vicepresidente de la Comisión a cargo de Empleo y Crecimiento, señaló que «la situación económica y en el mercado laboral no mejoran con la suficiente rapidez».

La recuperación que se asomó el año pasado sigue débil y la dinámica es muy floja en muchos países. La UE ve como riesgos para la coyuntura las diversas crisis en el mundo, las tensiones en los mercados financieros y la falta de reformas estructurales necesarias. La Comisión alerta también sobre el peligro de una inflación extremadamente baja a largo plazo.

Para apuntalar la coyuntura, la Comisión quiere presentar antes de Navidad un paquete de inversiones de 300.000 millones de euros, aunque aún no está claro cómo lo financiará.

En caso de haber un cambio de política, Francia verá aumentar su déficit hasta 2016 hasta el 4,7 por ciento del PIB. El gobierno galo cuenta en cambio para esa fecha con un 3,8 por ciento. No será hasta 2017 que París cumpla con el máximo del tres por ciento del PIB previsto en los tratados de la Unión, dos años después de la fecha a la que originalmente se había comprometido.

«Tenemos que asumir nuestras responsabilidades, en Bruselas, en las capitales nacionales y en nuestras regiones, para generar un mayor crecimiento y darle a nuestros ciudadanos una auténtica mejora en el empleo», añadió el comisario de Economía, el francés Pierre Moscovici.

El desempleo en la eurozona se reducirá sólo lentamente hasta el 10,8% en 2016. Y se espera que para entonces la inflación vuelva a alcanzar el 1,6 por ciento, de nuevo encaminada al objetivo de casi un dos por ciento que el Banco Central Europeo (BCE) considera como estabilidad de precios.

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