Buenos Aires,
Agencia AP
«Se ha enviado una nueva intimación formal al Bank of New York Mellon ya que éste no ha presentado su renuncia a su nombramiento como agente fiduciario del Convenio de Fideicomiso 2005-2010, tal como le fue solicitado de acuerdo a los dispuesto por el artículo 5.8 del Convenio de Fideicomiso 2005-2010 por medio de una carta de fecha 22 de septiembre de 2014», informó el Poder Ejecutivo en un aviso que publicó hoy en los principales diarios del país.
La entidad estadounidense «ha dejado de ser idónea para desempeñar sus funciones como agente fiduciario en concordancia con las disposiciones del mencionado artículo», adujo el gobierno.
En el mensaje publicado, la administración de Cristina Fernández de Kirchner advirtió que si el BoNY «no renuncia en forma inmediata, tanto los bonistas como la república tienen el derecho a separarlo de su función como agente fiduciario y a nombrar a otra entidad en su reemplazo».
Reclamó asimismo que el banco estadounidense «se preste a transferir y a entregar al nuevo agente fiduciario que sea nombrado en su reemplazo todos los bienes y fondos que están actualmente bajo su control».
El gobierno se refirió a los 539 millones de dólares que había girado el gobierno argentino en junio al BoNY para saldar un vencimiento de bonos reestructurados y que quedaron bloqueados por orden de la Justicia estadounidense.
El juez Thomas Griesa bloqueó los pagos, que residen aún en las cuentas del Bank of New York Mellon, por el incumplimiento de Argentina del fallo a favor de los fondos de inversión especulativos («buitres») que reclaman el pago del 100 por ciento de los bonos en cesación de pagos desde fines de 2001 que tienen en su poder, sin los recortes aplicados en los canjes de 2005 y 2010.
El litigio implica el pago de 1.300 millones de dólares más intereses, un total estimado en 1.600 millones de dólares según el Palacio de Hacienda, y su cumplimiento podría desatar una ola de demandas del resto de los acreedores de Argentina.
Según la ley aprobada este mes por el Congreso argentino, el BoNY será reemplazado como agente de pago por Nación Fideicomisos, del Banco Nación -la principal entidad financiera estatal argentina-. El próximo 30 de septiembre habrá un vencimiento de cupones de deuda por 200 millones de dólares y el gobierno argentino ofrecerá a los bonistas pagarlo a través de esta entidad en la Argentina, sorteando así las trabas de la Justicia estadounidense.
El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, informó hoy que «el gobierno va a hacer un depósito, y si el BoNY no dice que va a realizar lo que el contrato que ha firmado le obliga a hacer, la Argentina tiene que tomar determinaciones». «Y tenemos una ley que le da al Ministerio diferentes instrumentos con un solo objetivo: asegurar que los bonos se puedan cobrar», subrayó.
Kicillof aclaró además que los fondos que se pagarán a través de Nación Fideicomisos «de ninguna manera» se podrán embargar, tal como advirtió más temprano Guillermo Nielsen, el ex secretario de Finanzas durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007).
El jefe del Palacio de Hacienda advirtió en tanto que el Citibank, que tiene a su cargo el pago de los bonos en dólares emitidos bajo legislación argentina, podría recibir sanciones si no cumple su contrato y no gira a los acreedores los fondos, bloqueados por el fallo del juez Griesa.
«El Citibank no tiene una pistola en la cabeza, tiene la ley argentina en la cabeza», declaró. La filial del banco estadounidense «es una institución argentina, tiene un contrato con el país que dice que bonos ley argentina, no ley Nueva York, cuando se le deposita la plata, tiene que pagarla», precisó Kicillof.
«El juez Griesa le ha puesto un grillete al Citibank y le impide cumplir con sus contratos en otro país. El contrato de la Argentina no es con el Citi de Nueva York sino con el Citi de la Argentina. Es un banco argentino, que está aprobado por el Banco Central y se somete a la legislación argentina. Si no le paga a los bonistas, estaría incumpliendo las leyes argentinos», detalló.