Luxemburgo
Agencia dpa
En el último trimestre de 2013 la cifra había sido del 92.7 por ciento. El dato es el más alto jamás registrado desde la introducción del euro y acaba con dos trimestres consecutivos en que el porcentaje de deuda se había reducido. El cambio de tendencia se debe sobre todo a la situación en España, Italia y Portugal, donde más se hacen sentir los efectos de la crisis.
La publicación de los datos coincide además con un nuevo llamado del ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan, para que se introduzca una mayor flexibilidad en el ritmo en que se llevan a cabo las reformas.
«Hace falta tiempo para que las reformas estructurales den frutos, así que cuando hay una valoración (de las políticas económicas de un país) habría que tener en cuenta que un país necesita tiempo, no un año, sino dos o tres, para juzgar si las reformas están funcionando», aseguró Padoan ante el Parlamento Europeo en Bruselas al presentar las prioridades de la presidencia italiana del bloque.
El endeudamiento español creció un 2.9 por ciento hasta el 96.8 por ciento del PIB, mientras que con un 174.1 por ciento Grecia es el país más afectado por el problema, si bien en su caso la cifra es un uno por ciento menor que en el último trimestre de 2013.
Hubo un aumento también en el primer trimestre en el caso de Francia, donde el porcentaje subió un 1.9 por ciento al 96.6 por ciento del PIB. La deuda de Italia subió en un tres por ciento hasta el 135.6 por ciento en los primeros tres meses respecto del trimestre anterior, el mismo incremento que tuvo asimismo Portugal (132.9%).
En toda la Unión Europea (UE), de 28 miembros, el endeudamiento se ubica en el 88 por ciento del PIB, frente al 87.2 por ciento registrado a finales de 2013.
La mayor economía del bloque, Alemania, redujo su porcentaje de endeudamiento al 77.3 por ciento, un 1.1 por ciento menos que tres meses atrás.
Sin embargo, ni siquiera Alemania cumple con los criterios, ya que el pacto de estabilidad y crecimiento de la Unión Europea (UE) establece que la deuda no debería sobrepasar el 60 por ciento del PIB.