Aunque existe el mito de que la población de América Latina y El Caribe (ALC) es joven en su mayoría, el Banco Mundial (BM) estimó en julio de 2021 que para el 2050, los mayores de 65 años de la región serán el doble, con una reducción en la cantidad de personas en edad de trabajar, lo que impactará económicamente a las economías en desarrollo, como Guatemala y ampliará los riesgos de una vejez precaria.
Además, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 2018, la persistencia de la informalidad laboral y pocos mecanismos de protección social son dos factores que colocan a ALC como una región que corre el peligro de envejecer en condiciones de pobreza.
“Los países latinoamericanos son todavía más jóvenes que la mayoría de las economías avanzadas, pero se prevé que el envejecimiento de la población se acelere”, destaca el BM.
GT: NATALIDAD EMPIEZA A CAER
“La mujer latinoamericana tiene actualmente, como promedio, poco más de dos hijos. ¡Tres veces menos que en 1950! Incluso en Guatemala y Bolivia, los dos países de la región con las tasas de fecundidad más altas, el número de hijos por mujer ha comenzado a caer con rapidez. Al mismo tiempo, las personas viven más años”, recalca el BM.
Adicionalmente, la investigación del BID indicó que gran parte de la población de la ALC podría envejecer hasta tres veces más rápido en comparación con algunos países europeos.
4 DE CADA 10 NO RECIBEN PENSIÓN
Además, a pesar de la rápida transición hacia la vejez, se estima que 4 de cada 10 adultos mayores en la región no reciben ningún tipo de pensión por envejecimiento, y quienes sí la obtienen muchas veces no les alcanza para escapar de la pobreza.
LENTO AUMENTO DE LA ESPERANZA DE VIDA
El aumento lento pero sostenido de la esperanza de vida y una caída de la tasa de fecundidad también figuran para el BM como parte de las causales del envejecimiento de la región.
GASTO SOCIAL EN RELACIÓN AL PIB
De acuerdo con el BM, la transición de la vejez no es homogénea para todos los países ya que tanto la magnitud como la velocidad de estos procesos difieren.
Sin embargo, asevera que el cambio en la estructura etaria llevaría a que, en promedio el gasto social pase del 12.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015, al 19% en 2045, para poder cubrir los gastos que generará una población más envejecida, con mayores necesidades de cuidados de salud y pensiones.
RIESGOS FISCALES
Según el BID, a menos que los gobiernos adopten medidas correctivas más eficaces en los próximos años, el envejecimiento de la población conducirá a aumentos en la proporción del gasto en salud del PIB, planteando riesgos para la sostenibilidad fiscal, especialmente en países con una política fiscal ya débil.
SALUD: CADA VEZ MÁS COSTOSA
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gasto de los gobiernos en salud en ALC es mucho mayor que hace dos décadas, ya que muchos países han adoptado medidas para aumentar la cobertura y reducir las desigualdades.
Actualmente, el gasto público en salud de la región se sitúa, en promedio, en 4,4% del PIB, lo que es relativamente alto dado el perfil demográfico actual de la región.
“Para una persona promedio, los costos médicos aumentan con la edad, lo que significa que, a medida que la proporción de la población por encima de los 60 años crece, el gasto en salud per cápita también subirá”, puntualiza el FMI.
#LHEconomía El apoyo de los compatriotas hacia sus familias ha crecido cada mes y aquí te explicamos cómo ha sido ese aumento.
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— Diario La Hora (@lahoragt) April 13, 2022
¿QUÉ HACER CON UNA REGIÓN ENVEJECIDA?
Asimismo, el BID reconoce que el Estado debe ver a la tecnología como una aliada para brindar oportunidades laborales a los adultos mayores, quienes ahora tendrán la necesidad de trabajar durante más años incluso después de la edad tradicional de retiro.
“Los países emergentes deben reformar sus sistemas de salud para mejorar la cobertura, reducir las disparidades espaciales y los gastos de bolsillo, reducir las ineficiencias técnicas y cambiar los recursos hacia la atención médica preventiva y primaria”, recalca la entidad.
Por su parte, el FMI indica que los avances en prevención y atención médica permiten vivir vidas más largas, por lo que crecerá el porcentaje de personas que alcanzan la llamada “cuarta edad”.
Es decir, que mientras la esperanza de vida era de 69 años para los hombres y 76 años las mujeres en el 2000, se estima que para el año 2050 los hombres vivirán un promedio de 80 años y las mujeres 84 años en promedio.