El crédito destinado al consumo fue el dominante en la cartera bancaria del 2021, ya que de 3,391,276 autorizados, 3,160,977 pertenecen al consumo por un valor de Q70.3 millones. Foto La Hora
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El crédito destinado al consumo fue el dominante en la cartera bancaria del 2021, ya que de 3,391,276 autorizados, 3,160,977 pertenecen al consumo por un valor de Q70.3 millones, con una morosidad de 1.96% y un crecimiento equivalente al 16.9% en comparación con el 2020 y 145% en relación con el 2012 (Q28.7 millones).

De acuerdo con datos de la Superintendencia de Bancos (SIB), la tasa de intereses de la agrupación de consumo se situó en 24.11%, inferior a la reportada en 2020 (24.27%).

 

PRINCIPALES DESTINOS DEL CRÉDITO AL CONSUMO

De acuerdo con estadísticas divulgadas en el sitio web de la Superintendencia de Bancos, el crédito al consumo está integrado por préstamos para adquisición de bienes durables; de bienes fungibles; servicios recibidos, y consumos por medio de tarjeta de crédito.

 

Entre estos destacan, por su aumento significativo en 2021 los inmuebles, prendas de uso personal, servicios y consumos por medio de tarjeta de crédito.

En particular, la tarjeta registró el mayor crecimiento con 1,520,044 créditos por Q15,997 millones, para un aumento de 23.4% en relación con el 2020, cuando fue de  Q12,923 millones. La tasa de morosidad el año pasado quedó en 2.41%, superior al promedio de la cartera total.

De acuerdo con estadísticas divulgadas en el sitio web de la Superintendencia de Bancos, el crédito al consumo está integrado por préstamos para adquisición de bienes durables; de bienes fungibles; servicios recibidos, y consumos por medio de tarjeta de crédito. Foto La Hora

La tasa de interés aplicada al financiamiento con tarjeta de crédito en 2021 fue de 47.25% promedio ponderado, para un aumento de 0.54 puntos porcentuales en relación con 2020 (46.71%).

Además, las prendas para uso personal mostraron el segundo mayor crecimiento interanual de 17.9% en el 2021, los más de 59 mil créditos sumaron Q2,141 millones y una tasa de morosidad del 1.64%.

 

También el año pasado se registraron 16,240 créditos más dirigidos a los inmuebles que en el 2020, por consiguiente, el saldo total se incrementó, al pasar de Q9,712 millones a Q11,425 millones.

En el caso de servicios recibidos, es decir de tipo profesional como atención médica, exámenes de laboratorio, gimnasio, salón de belleza, restaurantes, hospedaje y transporte aéreo entre otros, se mostraron al alza con un aumento del 17.1%.

 

AUMENTO EN MOBILIARIO PARA EL HOGAR

Otro comportamiento peculiar en el crédito bancario fueron préstamos en mobiliario para el hogar, cuyo rubro en los últimos cuatro años oscilaba entre 4 y 5 millones, pero el año pasado creció 13% en relación con el 2020 ascendiendo a los Q6,273 millones, a pesar que la cantidad de créditos entre ambos años solo registró 2,751 más.

De forma similar, en vehículos para uso personal superaron el promedio de Q3,712 millones en créditos que se mantuvo del 2014 al 2020, ya que el año pasado alcanzaron Q4,330 millones equivalente a un crecimiento interanual del 12.1%.

 

Además, la tasa de morosidad de los créditos dirigidos a vehículos para uso personal se situó en 1.4%, la más baja entre todos los componentes del consumo.

Aunque no mostraron un crecimiento significativo, el saldo de los créditos para material, mobiliario y equipo de estudio aumentaron 8.9% en comparación con el 2020; sin embargo, la cantidad de préstamos se redujo 3%.

 

DESTINOS SIN CRECIMIENTO

De forma contraria, el crédito para adquirir bienes fungibles se redujo 3.1%, pasando de Q694 mil a Q673 en el periodo de un año. Cabe destacar que desde 2017 este rubro empezó a mostrar una tendencia a la baja, pero su tasa de morosidad es la más alta (2.47%).

 

Por otra parte, los utensilios para el hogar no mostraron ni crecimiento ni disminución alguna, tanto en 2020 como en 2021 sumaron Q530 mil, no obstante, la cantidad de créditos sí mostró una disminución del 4.74% y una morosidad de 2.07%.

Asimismo, el monto de utensilios para el hogar empezó a disminuir desde 2016, cuando alcanzó Q1,216, equivalente a una contracción del 56.41% en comparación con 2021.

 

COMPORTAMIENTO DE LA TARJETA DE CRÉDITO

El año pasado el crecimiento del saldo para las tarjetas de crédito aumentó significativamente en un 18.92%, evidenciando mayor circulación económica en Guatemala luego que en 2020 se reportara una reducción de 1% en el saldo.

Al cierre de diciembre del 2021 la cantidad de créditos activos era de 2,568,596 con un saldo capital de Q11,904 millones, a la vez, el número de deudores quedó en 913,273 personas.

La cantidad de deudores mostró un crecimiento de 8.95%, un porcentaje histórico, en el 2020 el número de deudores era de 29,398 y en el 2021 pasó a 75,028.

 

NUEVOS PATRONES DE CONSUMO

Sobre los motivos que impulsaron el crecimiento del crédito al consumo, José María Flores Tintí, experto en banca y finanzas, explicó a LH Economía dos posibles escenarios heterogéneos.

El primer escenario se trata del 2020, el año más atípico y golpeado económicamente por la pandemia del COVID-19, que según Flores significó que bajo la incertidumbre de una nueva enfermedad aunada a la reducción del empleo, las familias dejaron de consumir a los niveles acostumbrados.

 

De forma contraria, el segundo escenario figura en el 2021 cuando se observó una recuperación, influenciada por la preferencia de las personas de permanecer en sus hogares lo que llevó a la necesidad de invertir en casa y eso “tiene mucho que ver con el tema de consumo”, indicó Flores.

Por la pandemia del COVID-19, bajo la incertidumbre de una nueva enfermedad aunada a la reducción del empleo, las familias dejaron de consumir a los niveles acostumbrados.

PREOCUPACIÓN POR ENDEUDAMIENTO

Además, el analista recordó que antes de la pandemia el crecimiento total de la cartera oscilaba con rangos de un dígito, menores al 10%, por lo que es evidente que la recuperación del año pasado comparado con el 2020 es más significativa, cuestión que empieza a generar cierta “preocupación”.

Dicha preocupación surge al analizar la fuerte influencia del crédito al consumo sobre la recuperación económica de Guatemala.

 

ESCENARIOS DE RIESGO

Al igual que los factores que Flores atribuye a la recuperación, también plantea dos escenarios de riesgos: el primero de carácter macroeconómico ya que “el crédito al consumo, no significa crédito al sector productivo”.

“Lo que necesita el país es incrementar la producción, entonces el crédito al sector productivo debería ser la mayoría”, explicó.

El segundo escenario de riesgos lo dirige a la microeconomía y a la falta de información sobre el estado de la capacidad de pago de los deudores, además de la recolectada por la SIB, es decir, información de entidades fuera del sistema financiero supervisado, como las cooperativas.

“Crecer el crédito de consumo tiene el riesgo de que las personas se estén solamente endeudando y no tengan la capacidad real de solventar”, enfatizó; además, que se necesita información para crear procesos que permitan conocer cuáles son los niveles de tal endeudamiento.

Lo que necesita el país es incrementar la producción, entonces el crédito al sector productivo debería ser la mayoría. Foto La Hora

INCLUSIÓN FINANCIERA

Asimismo, consideró que el crédito, además de dirigirse al sector productivo debe ser más inclusivo con las micro y pequeñas empresas, ya que muchas de ellas “son productivas y eficientes, pero con poco acceso al crédito por diferentes razones, como no contar con garantías”.

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