foto Cortesía Universidad Da Vinci

En momentos de reactivación de la crisis del COVID-19, los procesos de aduana adoptan un papel crucial, ya que, según el ingeniero Gustavo Pineda, de la Escuela de Comercio Exterior y Aduanas de la Universidad Da Vinci de Guatemala, están “evitando el colapso económico y social de los países, a través de sus continuos esfuerzos por agilizar y facilitar el ingreso de los bienes necesarios para combatir los efectos devastadores del virus”.

Sin duda, los acontecimientos derivados de la pandemia han afectado y repercutido en distintos sectores de la sociedad, el virus que un día se originó en la ciudad de Wuhan, China se propagó rápidamente por varios países, en parte, por la globalización que rompe la barrera de las fronteras y que cada día acerca más a las regiones.

En Guatemala, la emergencia desafío a las autoridades para proteger la salud de la población, motivando la urgente necesidad de contar con insumos médicos como alcohol en gel, desinfectante, mascarillas, medicamentos y termómetros, entre otros, lo cual se convirtió en una prioridad para el comercio e intercambio internacional.

Es en este contexto cuando las aduanas son esenciales para garantizar la llegada y entrega de los suministros.

De acuerdo con el ingeniero Pineda, la lucha frontal que ha emprendido el Gobierno para mitigar los efectos de la enfermedad han contado con un aliado estratégico para la rápida recepción de las provisiones necesarias desde el extranjero: La Intendencia de Aduanas.

La aprobación del Gobierno para la exención del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) y de Derechos Arancelarios de Importación (DAI) a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), permite que iglesias, organizaciones y asociaciones de beneficencia importen con el fin de traer mercancías críticas para la atención de la emergencia del COVID-19.

En respuesta, “la Intendencia de Aduanas, en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) empezó a utilizar en forma inmediata el procedimiento ágil para los envíos de Socorro (PR-IAD/DNO-DE-15) e implementando la verificación física de los bienes sin la presencia del declarante, agilizando el ingreso de insumos”, explicó Pineda.

foto Cortesía Universidad Da Vinci

 

SUSTANCIAL PARA LA VACUNACIÓN 

A más de un año de haber iniciado la crisis sanitaria, el proceso de vacunación de la población se ha convertido en la siguiente fase para controlar los efectos de la pandemia, en esta fase, nuevamente la Aduana de Guatemala toma un papel vital para coordinar el arribo de miles de dosis.

El 25 de febrero ingresó a Guatemala un lote de vacunas donadas por el Gobierno de Israel; horas después se iniciaron las jornadas de vacunación para inmunizar al personal de primera línea en los hospitales General San Juan de Dios; Roosevelt; Temporal Parque de la Industria; Especializado de Villa Nueva y Temporal de Quetzaltenango.

Asimismo, India donó 200 mil dosis de vacuna AstraZeneca, que ingresaron el 2 de marzo, permitiendo que se expandieran las jornadas de vacunación a otros centros de salud a nivel nacional. Todo eso fue posible gracias a la administración aduanera que continúa priorizando el bienestar de los guatemaltecos.

Pineda, también catedrático de la Universidad Da Vinci, recalca que la Aduana de Guatemala, al igual que las de alrededor del globo, ha mostrado su rápida adaptabilidad al repentino cambio en los flujos de comercio que provocó la pandemia.

Finalmente, el experto agradece la entrega y compromiso del gremio de Aduanas, que, a pesar de las duras restricciones, no han dejado de laborar en ningún momento.

“Solo queda agregar: Gracias aduaneros, porque sus actos hablan más que las palabras”, manifestó.

Para más información: Clic aquí
Artículo anteriorFedefut otorga beca para curso de vacaciones a Jorge Pirir
Artículo siguienteXavi pide a jugadores del Barsa mostrar carácter en su debut