La inflación anual de enero en Estados Unidos alcanzó su tasa más alta en cuatro décadas, golpeando a los consumidores, eliminando las ganancias salariales y reforzando la decisión de la Reserva Federal de comenzar a elevar el costo del crédito de forma generalizada.
El Departamento de Trabajo informó este jueves que los precios al consumidor subieron 7,5% el mes pasado en comparación con los últimos 12 meses, el aumento anual más pronunciado desde febrero de 1982. La escasez de suministros y trabajadores, las fuertes dosis de ayuda federal, las tasas de interés ultra bajas y el sólido gasto del consumidor se combinaron para acelerar la inflación en el último año.
De diciembre a enero, la inflación fue de 0,6%, igual que mes anterior y más de lo que esperaban los economistas. Los precios subieron 0,7% de octubre a noviembre y 0,9% de septiembre a octubre.
FACTORES SIGUEN
Hay pocos indicios de que la inflación vaya a ceder de manera importante en el futuro cercano. La mayoría de los factores que han acelerado los precios desde la primavera pasada se mantienen en gran medida: los salarios están aumentando al ritmo más rápido en al menos 20 años.
Los puertos y almacenes están abrumados y cientos de trabajadores en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, los más ajetreados del país, se enfermaron el mes pasado. Como resultado, muchos productos y suministros siguen escasos.
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Soporte migrante: 30% crecieron las remesas en 2022 ?? [https://t.co/s9vtTvSDdX] pic.twitter.com/pMIJNyFiG3— Diario La Hora (@lahoragt) February 10, 2022
COMPLICA ECONOMÍA FAMILIAR
El incremento en los precios ha anulado el beneficio del aumento de los sueldos para la mayoría de los estadounidenses, dejándolos menos capaces de pagar alimentos, gasolina, alquiler, cuidado de niños y otras necesidades. De forma más amplia, la inflación se ha convertido en el mayor factor de riesgo para la economía y una amenaza grave para el presidente Joe Biden y los demócratas del Congreso a medida que se avecinan las elecciones de medio mandato a finales de este año.
Los economistas pronosticaban que los precios al consumidor subirían 7,3% anual, según el proveedor de datos FactSet.
La Fed y su presidente, Jerome Powell, se han alejado drásticamente de las políticas de tasas de interés ultrabajas que el banco central aplicó desde que la pandemia devastó la economía en marzo de 2020. Powell señaló hace dos semanas que la Reserva probablemente elevará su principal tasa de interés varias veces este año, la primera posiblemente en marzo. Los inversores creen que habrá al menos cinco aumentos de tasas para 2022.