La inflación en las ventas al por mayor subió 8.6% el mes pasado en Estados Unidos comparado con el año previo, al igual que la ganancia anual récord de septiembre y una evidencia más de que la presión inflacionaria no disminuye.
El Departamento del Trabajo reportó el martes que su índice de precios al productor –que mide la inflación antes de afectar a sus consumidores– subió 0.6% el mes pasado desde septiembre, impulsado por los precios en aumento del combustible. Excluyendo los volátiles precios de alimentos y energía, la inflación al por mayor aumentó 0.4% en octubre desde septiembre y 6.8% comparado con hace un año.
Más del 60% del aumento de septiembre y octubre en precios generales al productor fue causado por un aumento del 1.2% en el precio de bienes al por mayor y no de servicios. Un brinco de 6.7% en precios de combustible al por mayor provocó que subieran los precios de los bienes.
Prácticamente inalterada durante décadas, la inflación regresó a Estados Unidos este año. La sólida recuperación económica del 2020 del coronavirus tomó a muchas empresas por sorpresa. Su lucha por satisfacer la inesperada demanda ha creado escasez de trabajadores, materias primas y bienes, y complicó el tránsito en puertos y estaciones de carga. El resultado ha sido un aumento en precios y se anticipa que la escasez de suministros se extienda hasta muy entrado el 2022.
«Desde la pandemia, las cadenas de suministro nunca han sido iguales y probablemente no se normalicen en varios meses», vaticinó Contingent Macro Advisors en una investigación.
El miércoles, el Departamento del Trabajo publicará su índice de precios al consumidor del mes pasado. Según un sondeo a economistas realizado por FactSet, se anticipa que mostrará que los precios al consumidor subieron 0.5% desde septiembre y 5.8% comparado con el año previo, superando la ganancia respecto al año pasado de 5.4% de septiembre, la más elevada desde 2008.