El Senado evitó un desastre en la deuda de Estados Unidos al votar a favor de extender la autoridad de endeudamiento del gobierno hasta diciembre y evitar un impago federal sin precedentes que los expertos advirtieron habría devastado la economía y perjudicado a millones de estadounidenses.
La votación de 50-48 a favor de la iniciativa para elevar el tope de endeudamiento del gobierno en casi medio billón de dólares generó alivio inmediato en Washington y más allá. Sin embargo, es apenas un respiro. Asumiendo que la Cámara de Representantes respalde la propuesta, que lo hará, los legisladores republicanos y demócratas aún tendrán que hacer frente una vez más a sus profundas diferencias al respecto antes de que termine el año.
Ese debate se llevará a cabo en un momento en que los legisladores también trabajan para financiar al gobierno federal para el nuevo año fiscal y al mismo tiempo libran su encarnecida batalla en torno a las prioridades domésticas del presidente Joe Biden: un plan bipartidista de infraestructura con casi 550,000 millones de dólares en nuevos gastos, así como una iniciativa mucho más extensa de 3.5 billones de dólares enfocada en programas de salud, seguridad social y medio ambiente.
Atendiendo a la crisis en el horizonte –una desastrosa mora de pagos en unas cuantas semanas–, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ofreció su respaldo a una extensión a corto plazo a la autoridad del gobierno para solicitar préstamos después de encabezar la firme oposición republicana a una extensión a un plazo más prolongado. Actuó luego de que Biden y líderes empresariales expresaron sus preocupaciones de que una moratoria afectaría los pagos gubernamentales a millones de estadounidenses y sumiría al país en una recesión.
La concesión republicana no fue bien vista entre algunos miembros de la bancada de McConnell, quienes se quejaron de que los niveles de deuda del país son insostenibles.
«No puedo votar para elevar este tope de endeudamiento, no en este momento, en especial si se toman en cuenta los planes para aumentar inmediatamente el gasto en otros 3.5 billones de dólares», dijo el senador Mike Lee poco antes de la votación.
En tanto, el senador Ted Cruz dijo que los demócratas habían estado «encaminados a rendirse» en el proceso utilizado para aumentar el límite de endeudamiento, «y luego, desafortunadamente, ayer los republicanos titubearon».
Sin embargo, la también republicana Lisa Murkowski fue una de las que votó para poner fin al debate y permitir que la iniciativa se sometiera a votación.
«No estoy dispuesta a permitir que este tren se desbarranque», aseguró la senadora.
Once republicanos votaron en favor de poner fin al debate, proporcionando el umbral necesario para que el proyecto de ley pasara a una votación final. Sin embargo, ningún republicano se unió a los demócratas en la votación final en favor de la medida. McConnell ha insistido en que el partido mayoritario tendrá que elevar el tope de endeudamiento por sí solo.