La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo hoy que el fondo está ajustando su pronóstico de crecimiento global para este año debido a los riesgos de la inflación, la deuda y las divergencias de las perspectivas de crecimiento entre los países con acceso a las vacunas contra el coronavirus y los que no lo tienen.
En una conferencia universitaria en Italia, Georgieva dijo que el objetivo de las reuniones anuales del FMI y su agencia hermana, el Banco Mundial, la próxima semana, será enfrentar los riesgos crecientes de manera coordinada para mejorar las perspectivas de la economía global.
Señaló que la Perspectiva Económica Mundial del FMI en julio había proyectado un rebote global del 6%, lo que hubiera representado una mejoría drástica luego de la contracción de 3,2% en 2020, el año de la pandemia.
Pero ahora los pronosticadores del FMI son menos optimistas en vista de la aparición de la variante delta en muchas partes del mundo y la inflación más fuerte que lo previsto exacerbada por problemas con las cadenas globales de suministro.
«Los riesgos y obstáculos a una recuperación global equilibrada se han vuelto aún más pronunciados» dijo en una conferencia virtual en la Universidad Bocconi de Milán. Añadió que el FMI dará a conocer los resultados específicos de la perspectiva rebajada el martes próximo.
Dijo que existe el peligro de que la inflación más alta que lo previsto pudiera llevar a los bancos centrales a elevar las tasas de interés y deprimir aún más el crecimiento. Preocupan en particular los aumentos de precios de alimentos, dijo. Los precios globales aumentaron 30% el año pasado y el aumento de los precios de combustibles también presiona a las familias.
«Estados Unidos y China siguen siendo motores vitales de crecimiento, aunque su impulso se está frenando», dijo Georgieva, y añadió que algunas otras economías desarrolladas también están cobrando impulso, como Italia y otros países europeos.
«En contraste, el crecimiento en muchos otros países sigue empeorando, afectado por el escaso acceso a las vacunas y las políticas restringidas», dijo.
Sostuvo que aún es posible alcanzar las metas fijadas por el FMI y otras instituciones globales de vacunar al menos al 40% de la población de todos los países para fines de este año y el 70% en el primer semestre de 2022.