Emiratos Árabes Unidos anunció ayer un importante plan para estimular su economía y flexibilizar las estrictas normas de residencia para expatriados, dentro de los esfuerzos del país por reformar sus finanzas y atraer capital y residentes extranjeros.
El plan del país para atraer talento extranjero marca un contraste creciente con las otras economías petroleras del Golfo Pérsico, cada vez más proteccionistas. Aunque muchas de las reformas prometidas de los ministerios emiratíes eran por el momento poco concretas, su intención de aumentar el gasto tras el golpe de la pandemia de coronavirus y de relajar leyes para atraer más residentes estaba clara.
El ministro de Finanzas Abdulla bin Touq prometió que el gobierno inyectaría unos 13,600 millones de dólares en la economía durante el siguiente año y 150,000 millones para 2030. Otros ministerios de Emiratos Árabes Unidos presentaron varias reformas.
«Confiamos en que estos proyectos en apoyo de la inversión harán (a EAU) una de las economías más competentes del mundo», afirmó en la primera gran conferencia de prensa que celebraba el gobierno en persona desde el inicio de la pandemia.
Sepultado entre la serie de llamativas iniciativas de desarrollo económico había un cambio mucho más práctico en el sistema de visas para las legiones de trabajadores extranjeros de África, Medio Oriente y otros lugares que impulsan la economía del país.
Desde que se independizó, Emiratos ha vinculado el empleo a la residencia, lo que da a los empleadores un enorme poder y obliga a las personas a marcharse inmediatamente del país una ver perdieran su empleo.
«Queremos reconstruir todo el sistema… para que el sistema de residencia atraiga a las personas y se sientan que los EAU son su hogar», dijo bin Touq. «La apertura es algo de lo que estamos orgullosos».
Los nuevos planes otorgan a los residentes tres meses adicionales para buscar otros trabajos después de ser despedidos, permiten a los padres patrocinar las visas de sus hijos hasta los 25 años y alivian las restricciones de visas para trabajadores autónomos, viudas y divorciados, entre otras cosas. Es un cambio sutil de la forma tradicional del estado del Golfo Pérsico de tratar a su vasta fuerza laboral extranjera como una subclase prescindible.
Los ministros también dijeron que buscarán duplicar la economía emiratí en la próxima década a través de importantes acuerdos comerciales con países como Israel, Turquía, Reino Unido e India.