Las compañías petroleras reactivaban gradualmente ayer algunas de sus refinerías en Luisiana y los oleoductos se reabrieron por completo, brindando señales esperanzadoras de que la industria energética —crucial para la región— puede recuperarse pronto del colosal huracán Ida.
Exxon Mobil dijo que las cuadrillas estaban comenzando a reanudar las operaciones normales en su plataforma Hoover en el Golfo de México, que se salvó de sufrir daños por la tormenta. Y la compañía dijo que su terminal de combustible en Baton Rouge, Luisiana, reinició sus operaciones el lunes.
Y en una dosis de buenas noticias para los automovilistas en la costa este, Colonial Pipeline dijo que restableció el flujo de dos gasoductos que van de Houston a Greensboro, Carolina del Norte, después de que las cuadrillas inspeccionaran las instalaciones. La reapertura aliviará el temor de los consumidores de que subiera demasiado la gasolina debido al desabasto.
Por su parte, Philips 66 dijo que su planta de lubricantes en Sulphur, Luisiana, reabriría el martes, aunque una de sus refinerías en la cercana Belle Chasse permanecía cerrada. Valero dijo que las cuadrillas estaban revisando sus refinerías en St. Charles y Meraux, que estaban inactivas el martes.
Ida tocó tierra el 29 de agosto como huracán de categoría 4, en el 16to aniversario del paso del huracán Katrina que causó 1.800 muertes.
El huracán Ida devastó la red eléctrica de la región, dejando a toda Nueva Orleans y a miles de residentes de Luisiana sin luz y sin saber cuándo regresará. Las refinerías que están comenzando a reiniciar sus operaciones no estaban en la trayectoria directa de Ida y no se quedaron sin electricidad, lo que hizo la tarea de reiniciar mucho más manejable.
Compañías de energía y productos químicos en toda la región están inspeccionando desde el domingo el impacto del huracán.