Los consumidores estadounidenses recortaron sus gastos el mes pasado luego de que un repunte de contagios de COVID-19 alejó a la gente de las tiendas y otros negocios.
Luego de ajustes estacionales, las ventas al menudeo cayeron un 1.1% en julio con respecto al mes anterior, informó el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Fue una caída mucho mayor que la del 0,3% que esperaban los analistas de Wall Street.
El informe ofreció el primer vistazo sólido de cómo la propagación de la variante delta del COVID-19 puede haber cambiado los hábitos de gasto de los estadounidenses. A fines de julio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades comenzaron a recomendar que incluso las personas vacunadas comenzaran a usar mascarillas en lugares públicos.
Según el informe del martes, el gasto cayó en las tiendas que venden ropa, muebles y artículos deportivos. En restaurantes y bares, el gasto aumentó casi un 2%, pero la tasa de crecimiento se ha desacelerado en comparación con los últimos meses antes de que se extendiera la variante delta y la gente se sintiera más segura de salir a comer con otras personas.
Los economistas creen que los estadounidenses también están cambiando sus gastos en bienes a los de servicios, como cortes de cabello o vacaciones, que no se incluyeron en el reporte del martes. Además, el aumento en los precios de todo tipo de rubros, desde alimentos hasta lavadoras, puede haber frenado el gasto.
Las principales cadenas minoristas están publicando sus resultados financieros trimestrales esta semana, ofreciendo más información sobre el comportamiento de los compradores durante otro repunte en las infecciones. El martes, Walmart elevó su perspectiva de ventas para todo el año, una señal de que espera que los estadounidenses sigan comprando al mismo ritmo.