La empresa de entrega de alimentos basada en apps Deliveroo dijo que estudia suspender sus operaciones en España ante la inminencia de un plazo a mediados de agosto para contratar a los empleados que trabajan para ella en forma independiente.
El cambio es obligatorio bajo una ley sancionada en mayo. Deliveroo emplea a unos 2,500 trabajadores en España.
España y otros países de Europa están estudiando un modelo laboral para la llamada «gig economy», una nueva economía donde una persona consigue empleos esporádicos por cuenta propia, regularmente a través de una app, a la que se atribuye la precariedad laboral y los bajos salarios.
Hasta ahora, los trabajadores de estos servicios y los contratistas debían pagar el seguro social de su propio bolsillo si querían gozar de prestaciones por desempleo, jubilación y atención médica.
Algunos de estos empleados rechazan los cambios porque desean la flexibilidad laboral y no ser personal de planta.
Las empresas de servicios de transporte y entrega basados en apps dicen que la nueva ley pone un peligro un sector que mueve 700 millones de euros (832 millones de dólares) anuales.
En una declaración a la Bolsa de Londres, donde cotiza, Deliveroo dijo que «lograr y mantener una posición en el más alto nivel del mercado en España requeriría un nivel de inversión desproporcionado con beneficios potenciales a largo plazo altamente inciertos».
La empresa añadió que prefiere enfocarse en operaciones más rentables en países donde es un líder del mercado.
En septiembre comenzará un proceso de consulta con los trabajadores afectados, que Deliveroo prevé durará alrededor de un mes.
El sindicato de los trabajadores de transporte y entrega Riders x Derechos tuiteó que «el mensaje es claro, si han de cumplir con la legislación laboral no les interesa seguir operando aquí».