Los principales bancos de China prometieron hoy acatar la prohibición oficial de realizar transacciones en criptomonedas como el Bitcoin.
Los reguladores parecen preocupados por la posibilidad de que, a pesar de la prohibición sobre criptomonedas dictada en 2013, los bancos y otras instituciones financieras queden expuestos al riesgo de ese sector. Beijing teme además que los usuarios encuentren maneras de burlar las normas vigentes.
Los cuatro principales bancos estatales y el servicio de pagos Alipay prometieron intensificar el monitoreo de su clientela y bloquear toda cuenta usada para comprar criptomonedas o hacer operaciones con ellas.
«Se le pide a nuestros clientes estar atentos a los riesgos, proteger sus cuentas y no realizar transacciones con monedas virtuales», advirtió en su website el China Construction Bank Ltd.
Advertencias similares se veían en los portales de Industrial and Commercial Bank of China Ltd., Bank of China Ltd., Agricultural Bank of China Ltd., Postal Savings Bank of China Ltd. y Alipay, operado por el Ant Group.
Los promotores de las criptomonedas afirman que éstas permiten el anonimato y dan mayor flexibilidad, pero los reguladores chinos advierten que podrían facilitar la corrupción y el lavado de dinero.
Los ejecutivos de los principales bancos fueron convocados a una reunión donde se les increpó sobre sus actividades y se les pidió «mantener la estabilidad y la seguridad financieras», afirmó en un comunicado el Banco Central de China.
Añadió que las criptomonedas «interrumpen el orden económico y financiero normal» y podrían permitir el crimen organizado y el lavado de dinero.
Los reguladores endurecieron la prohibición sobre las criptomonedas en 2017 y en mayo les recordaron bancos sobre los riesgos, probablemente al ver que continuaban las transacciones en esa área.
Los reguladores en varias regiones de China han ordenado el cierre de las operaciones en criptomonedas.
El Banco Central de China está desarrollando una versión digital de la moneda nacional, el yuan, que puede ser controlada por las autoridades en Beijing.