El regulador de competencia de Francia multó hoy a Google con 220 millones de euros (268 millones de dólares) por abusar de su «posición dominante» en el negocio de la publicidad online, una medida sin precedentes, de acuerdo con el organismo.
Las prácticas utilizadas por la empresa estadounidense «son particularmente serias porque penalizan a los competidores de Google» en ciertos mercados y editores de sitios y aplicaciones móviles, según el comunicado de la Autoridad de Competencia.
«La Autoridad recuerda que una empresa en posición dominante está sujeta a una responsabilidad particular, la de no socavar», dice el comunicado.
Google, con sede en Mountain View, California, no cuestionó los hechos y optó por llegar a un acuerdo, proponiendo cambios, según el comunicado.
La jefa de la agencia francesa, Isabelle de Silva, dijo que la decisión no tiene precedentes.
«Es la primera decisión en el mundo en analizar los complejos procesos de subastas algorítmicas a través de los cuales funciona la publicidad gráfica en línea», dijo.