La crisis económica y financiera del Líbano probablemente figurará entre las peores que se han visto en el mundo en más de 150 años, según un informe del Banco Mundial difundido hoy.
El BM dijo que desde fines de 2019, Líbano enfrenta múltiples retos, entre ellos su mayor crisis económica y financiera en tiempos de paz, la transmisión del COVID-19 y una enorme explosión en el puerto de Beirut el año pasado, considerada una de las más grandes no nucleares de la historia.
La crisis se ha agravo en los últimos meses debido a una lucha por el poder entre el presidente y el primer ministro designado que ha demorado la formación de un nuevo gobierno. El gabinete del primer ministro saliente Hassan Diab renunció días después de la explosión del 4 de agosto y el país carece de un gobierno funcional desde entonces. La explosión en el puerto dejó 211 muertos, más de 6,000 heridos y barrios enteros dañados.
Frente a estos retos colosales, la falta de un gobierno que tome medidas efectivas amenaza con agravar la ya calamitosa situación socioeconómica y la frágil paz social sin que se avizore un punto de inflexión, dice el informe del Banco Mundial.
«La crisis económica y financiera probablemente figurará entre los 10, posiblemente entre los tres, episodios críticos globales más graves desde mediados del siglo XIX», añadió.
Según el reporte, se proyecta una caída del PIB de 9.5% en 2021, después de la contracción de 20.3% en 2020 y 6.7% el año anterior. El PIB per cápita cayó 40% medido en dólares.
«Una contracción tan brutal generalmente está asociada con conflictos o guerras», dijo el BM.
Desde hace décadas el Líbano ha sido dominado por las mismas élites políticas, muchos de ellos excaudillos y jefes de milicias de la guerra civil. Reina una corrupción generalizada que ha llevado al pequeño país al borde de la bancarrota.